Washington / AFP
Heather Scott
Donald Trump atizó el viernes el conflicto comercial con China al abrir la puerta a una cancelación de la ronda de negociaciones que ambos países tienen prevista para septiembre.
«Veremos si mantenemos nuestro encuentro en septiembre. Si se hace, bien, si no se hace, también bien», afirmó el presidente estadounidense en la Casa Blanca justo antes de partir en helicóptero a su club de golf de Bedminster, en Nueva Jersey.
Las tensiones entre Washington y Pekín se han recrudecido en las últimas dos semanas tras el anuncio de Trump de castigar con aranceles todas las importaciones chinas a partir del 1 de septiembre, a pesar de la tregua acordada con el presidente chino Xi Jinping en mayo. Pekín detuvo de inmediato la compra de productos agrícolas estadounidenses.
Tras el anuncio, la moneda china, el yuan, cayó a su nivel más bajo respecto al dólar de la última década, por lo que Washington acusó a Pekín de manipular su divisa.
«No estamos listos para lograr un acuerdo, pero veremos qué pasa», dijo Trump. «Tenemos todas las cartas. Lo estamos haciendo bien».
Negociadores chinos y estadounidenses se reunieron a finales de julio en Shanghái por primera vez desde que había colapsado en mayo el intento anterior. Ambos países tienen previsto una nueva ronda de encuentros en septiembre.
«Veremos si se cancelan o no», afirmó Trump, que también avanzó que Estados Unidos no hará negocios con el gigante tecnológico chino Huawei, a pesar de que antes prometió conceder exenciones a esta prohibición.
Las palabras del mandatario hicieron caer los valores de Wall Street, una pérdida que echa por tierra la reciente recuperación después de la caída provocada por las repercusiones que la guerra comercial entre Washington y Pekín tendrá en la ralentización de la economía global.
– Dólar más débil –
China y Estados Unidos han impuesto aranceles a productos por valor de 360.000 millones de dólares que viajan de un país a otro. Con la nueva salva de tasas anunciada por Trump, todos los productos chinos estarán sujetos a tarifas aduaneras punitivas.
La moneda china alcanzó el lunes su menor valor de la última década respecto al billete verde y superó la barrera psicológica de los siete yuanes por dólar, hasta que Pekín intervino para frenar la depreciación.
Trump acusó al gobierno chino de «debilitar su moneda», pero sus comentarios pesimistas sobre las negociaciones comerciales hundieron aún más la divisa del gigante asiático.
El presidente estadounidense recurrió a Twitter el jueves para quejarse de la fortaleza del dólar, que, dijo, pone a las empresas manufactureras de Estados Unidos en desventaja. Una vez más volvió a meter presión al banco central (Fed) para que rebaje las tasas de interés para contraatacar.
Trump aseguró que su administración no tiene intención de actuar para depreciar el valor del billete verde: «No necesitamos hacerlo (…) yo no haría eso».
Unas palabras que no le impidieron arremeter por enésima vez contra la Fed para que baje los tipos de interés un punto porcentual o «un poco más».
El banco central bajó las tasas de interés la semana pasada un cuarto de punto porcentual, después de haberlas aumentado un punto en cuatro subidas durante los últimos doce meses.
Disminuir la tasa de interés de referencia tiende a reducir la demanda de dólares, lo que debilita su valor, pero la economía estadounidense sigue siendo más fuerte que la de muchos de sus socios comerciales por lo que inversores se refugian en el billete verde ante la incertidumbre económica.