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Pese a que la campaña electoral no se inicia sino hasta en enero del próximo año, el país entró, a partir del miércoles pasado en el proceso electoral que culminará el 4 de marzo con la elección de 262 concejos municipales y 84 diputados, luego de la convocatoria que el TSE realizara en una sesión solemne en el Teatro Presidente, pues contó con la participación no solo de los partidos políticos, sino también con la de los Presidentes de los órganos Ejecutivo y Legislativo.
Las elecciones en las democracias burguesas, son de gran importancia, pues, estas son consideradas, en sí mismas, la máxima expresión democrática. Por eso es que no encajan las dificultades que le ha impregnado a los procesos electorales desde 2012, las más de una decena de resoluciones de la Sala de lo Constitucional.
Y es que, tal como lo expresara el magistrado presidente del Tribunal Supremo Electoral Julio Olivo, las complejas reformas que han provocado las sentencias de la Sala en el tema electoral no han incentivado en nada el voto popular, sino todo lo contrario.
Compartimos el criterio del magistrado presidente, en cuanto a que la instancia rectora en tema electoral es el TSE, no solo porque así se estableció en el Acuerdo de Paz firmado en 1992, sino porque así quedó establecido en la Constitución. No obstante, han sido cuatro abogados de la Sala de lo Constitucional, que se han arrogado el derecho de legislar también en materia electoral.
Pero bien, es lo que tenemos, y más allá de las críticas que se puedan hacer por las dificultades que supone nuestro proceso electoral, debido a las sentencias, hay que prepararse y participar en el proceso electoral del 4 de marzo de 2018.
Los partidos políticos ya cumplieron con la ley al elegir a sus candidatos, solo basta que estos sean inscritos en las instancias correspondientes, es decir, en las Juntas Electorales Departamentales (JED) y en las Juntas Electorales Municipales (JEM). Una vez cumplido ese plazo, tanto el TSE como los partidos políticos deben entusiasmar al electorado para que acuda masivamente a las urnas.
Desde la ciudadanía, se debe exigir a los partidos políticos a que jueguen limpio, que eviten trampas y, principalmente, que eviten meterle miedo a la gente, como generalmente lo hace el partido mayoritario de derecha. El ciudadano o el votante no debe olvidar qué diputados, qué partidos son los que han obstaculizado el desarrollo del país, y castigarlo con su voto. El país saldrá adelante, solo con diputados que piensen en la gente, en el país, y el ciudadano ya tiene claro esto, pues esa claridad debe guiarle el 4 de marzo de 2018.
