Walter Monge-Cruz*
Esta semana, la historia puede brindarle a las páginas políticas de Estados Unidos una de las más impresionantes letras que solo la democracia de este país puede escribir: ¡USA es Joe!
Hace un mes en el desastroso Caucus de Iowa, el expresidente Joe Biden sufrió una derrota inesperada causada por las corrientes ideológicas progresistas y socialistas de la extrema izquierda del partido demócrata, lideradas por el exalcalde de South Bend, Indiana, Pete Buttigieg y el senador por Vermont, Bernie Sanders; quienes sorpresivamente obtuvieron el primero y segundo lugar en el arranque a la nominación presidencial, relegando a Joe a la cuarta posición.
La siguiente semana en New Hampshire, Joe Biden embarazosamente abandonó esa ciudad al conocer muy temprano que la derrota seria severa. Bernie Sanders ganó brindándole momento al movimiento socialista y junto a los progresistas, le indujeron una contundente derrota a Joe, relegándolo a la quinta posición.
A esta altura, era claro que el esfuerzo del presidente Trump por denigrar a Biden –aun cuando le costó el desprestigio de un juicio político a través del escándalo de Ucrania– había surgido efecto. La extrema izquierda -esa misma que detesta a Trump- se hacía cómplice de su esfuerzo para anular la nominación del candidato más temido por el presidente.
Con medio pie fuera de la contienda electoral, Joe Biden dedicó la siguiente semana en Nevada, a través de debates políticos a recuperar su perfil como favorito para ganar la presidencia. Con un muy modesto 20 % del total de votos, logró su mejor resultado electoral hasta la fecha, al terminar segundo detrás de Bernie Sanders.
Con poco dinero, a falta de donaciones debido a los malos resultados electorales, sin una organización política sólida por la duda en el candidato, influida por Trump y enfrentando la impensable opción de fallar por tercera ocasión a ser candidato presidencial, Joe Biden puso toda su esperanza política en el estado de Carolina del Sur, adonde por primera vez el electorado sería diverso, con una influencia afroamericana decisiva para determinar la nominación demócrata, y enfrentar con una posible victoria en tres días, el decisivo Súper Martes.
En Carolina del Sur, las alarmas políticas adversas al socialismo de Bernie Sanders, el progresismo de Pete Buttigieg, y la influencia de Donald Trump en favorecer la nominación de Sanders, sonaron intensas en el electorado. El influyente congresista del estado, el afroamericano Jim Clyburn, tomó la iniciativa para cambiar el curso de la elección. Declaró su apoyo a Joe.
¿El resultado de tal respaldo? ¡Joe Biden ganó contundentemente! El mensaje del electorado fue claro al rechazar el socialismo de Bernie Sanders; alejarse -además- del impulso progresista de Pete Buttigieg y cerrar filas con la moderación centrista del exvicepresidente.
Con una revitalizada actitud, pero con poco dinero en comparación a sus contrincantes y corto tiempo para enfrentar en tres días la fecha más importante en el calendario político de las primarias en Estados Unidos -el súper martes–, Joe Biden emprendió un frenético periodo de campaña electoral con la modesta visión de al menos ganar suficientes delegados para mantenerlo vivo una semana más en su aspiración presidencial.
El Súper Martes, por primera vez en el proceso, incluiría en las papeletas electorales al billonario, exalcalde de Nueva York, Mike Bloomberg, quien se ofrecía como la alternativa a Joe Biden, a un pulso de gastar la histórica fortuna de medio billón de dólares en anuncios publicitarios, en los catorce estados en contienda con la esperanza de ganar suficientes delegados para reemplazar a Joe contra Bernie Sanders.
La histórica noche del Súper Martes inició con una contundente victoria de Joe Biden en Virginia, que se extendió por el sur del país ganando en contra a toda expectativa el estado de Texas, y aun mas, quedando segundo en el preciado estado de California, arrasando contra todo pronóstico con la mayoría de delegados en disputa ese día, logrando por primera vez el liderato de la nominación presidencial.
En los próximos días once estados de la nación definirán al candidato presidencial, siendo Michigan, Florida, Illinois y Ohio, los premios cotizados.
Estados Unidos es un país diverso en ideologías políticas, religiones, razas y culturas. El resultado del Súper Martes nos dice que Joe Biden representa a ese Estados Unidos diverso y esa tendencia ha ganado momento político en todo el país, porque el electorado considera que ¡USA es Joe y Joe es USA!
*Presidente Comisión Cívica Democrática