Alma Vilches
@AlmaCoLatino
Desde hace 11 años la a Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) entrega anualmente a jóvenes con dificultades para financiarse el costo de una carrera, las becas “Padre José María Gondra”. Este año fueron 167 estudiantes los beneficiados.
Sumando los 786 alumnos de ciclos anteriores, a quienes se les ha renovado la ayuda y los nuevos, la universidad cuenta con un total de 953 becados. Del total de alumnos beneficiados este año, 18 recibieron una beca que cubre el 75% de la cuota mínima, 76 cancelarán el 50% y a 73 se les otorgó el 25%.
Andreu Oliva, rector de la UCA, explicó que el programa de becas está vigente desde 2012, como una forma de hacer más accesible la educación superior a estudiantes que aplicaron a la universidad, fueron aceptados y al hacer el estudio socioeconómico podían ser beneficiarios de una beca, debido a que los recursos económicos de sus familias no eran suficientes para costear al 100% una carrera.
“Vimos en ustedes personas talentosas que tienen un buen rendimiento académico y están deseosos de formarse como profesionales para servir a El Salvador, este programa de becas es una opción de la UCA para permitir el acceso a la educación universitaria de calidad, de esta forma estamos contribuyendo al desarrollo de sus familias y del país”, dijo Oliva. Detalló que las becas son gestionadas por la UCA en alianza con Fundación Gondra y los graduandos de la universidad, el 12% del total de estudiantes de pregrado lo hacen con una beca. De las 167 becas otorgadas este año, diez son posibles gracias a los aportes de los graduados a través de una actividad desarrollada en diciembre de 2021 llamada “El brindis por la solidaridad”, el resto son posibles al trabajo de Funda Gondra mediante los servicios de cafetería, despensa, librería, tienda e imprenta o talleres gráficos.
Karla María Alemán, becaria de la séptima edición y egresada de la carrera de arquitectura, motivó a los nuevos estudiantes a perseverar así como ella lo hizo hace cinco años, cuando ingresó a la UCA al enfrentarse a una nueva carga académica, diversidad de horarios y sobre todo, aprender a organizar el tiempo.
“Luego de empezar a recorrer ese nuevo camino de aprendizaje más a fin a tus habilidades e intereses, todo se vuelve más sencillo, sin embargo, es un primer año de descubrimiento donde mucho se pone a prueba, algunos descubren que tienen intereses diferentes o no son tan hábiles en algunas materias, pero estamos para aprender. De mis compañeros con los que inicie mis primeras clases de universidad, no todos vamos a graduarnos, algunos no pudieron continuar por diversas razones”, manifestó Alemán.
Para mantener la beca los alumnos deben tener un excelente rendimiento académico, para ello la UCA pone a disposición una serie de programas de apoyo en la formación, como el acompañamiento estudiantil que brinda servicio de tutoría, el cual es obligatorio participar en los dos primeros años de la carrera.