@RosmeriAlfaro
En audiencia con el Consejo Nacional del Salario Mínimo, la Universidad José Simeón Caña (UCA) propuso al ente tripartito que el principal factor a tener en cuenta para el ajuste del salario sea el costo de la vida, donde no solo se considere la necesidad de alimentación, sino otras necesidades básicas.
La UCA aclaró que el costo de la vida denominado gasto familiar básico incluye alquiler, transporte, agua, energía y gas, coincidiendo así con las propuestas de otras organizaciones sociales y el ministerio de trabajo, con estos factores a tener en cuenta para la aprobación de un incremento justo.
Asimismo, destacó que según la encuesta de ingresos y gastos, estos rubros son los que representan el mayor costo para los salvadoreños.
Para 2003, el costo familiar básico familiar de un hogar promedio era de $264. 22 y para la zona rural $162.89. Actualmente, incluyendo los rubros de alquiler, transporte, agua energía y gas, el costo asciende a $382.88 en la zona urbana, y en la zona rural a $254.39, lo cual demuestra que el ajuste presentado al ejecutivo con anterioridad es insuficiente.
“No podemos estar hablando que el costo de la vida solamente debe estar basado en una canasta básica alimentaria. Evidentemente hay otras necesidades”, dijo Meralis López, del departamento de economía de la UCA.
Zaira Barrera, del departamento de economía, explicó que el art. 38, inciso dos de la Constitución de la República, establece de forma categórica que el salario debe ser suficiente para garantizar la adecuada reproducción material de las personas trabajadoras y su familia, por lo que este debe atender diferentes criterios como el costo de la vida.
Los salarios mínimos anteriores confirman la deuda histórica que tienen los ajustes al salario mínimo, ya que no ha habido una evolución significativa, ni siquiera respondiendo al indicador de inflación, aseguró.
Para Barrera, desde la década de los 90, el salario mínimo no es suficiente para cubrir las necesidades calóricas básicas estimadas en el indicador de la canasta básica alimentaria, por lo que es importante considerar la deuda histórica con relación al poder de compra de los salarios mínimos, una deuda que se acentuó en el conflicto armado y que aún no se ha recuperado.
Barrera indicó que el costo de la vida debe ser primordial en el ajuste del salario, así como la productividad, las condiciones macroeconómicas de inflación y de crecimiento económico, entre otros aspectos.
El salario mínimo debe garantizar condiciones para todas las personas trabajadoras, no importando la rama de actividad o la zona a la que pertenezcan, dijo Barrera, asimismo, debe presentarse el respaldo técnico que sustente la propuesta final presentada al ejecutivo.