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UE dividida, apuesta por Turquía para frenar la llegada de migrantes

Por Por Cédric Simon/Patricio Arana

Bruselas/AFP

La Unión Europea (UE) intenta este lunes presionar Turquía para que la ayude a frenar la llegada de miles de migrantes en una cumbre que comenzó con el bloque europeo dividido a propósito del cierre de la «ruta de los Balcanes», tadalafil por donde pasan los refugiados llegados a Grecia que buscan ir al norte de Europa.

Los 28 jefes de Estado y de gobierno invitaron a esta cumbre extraordinaria al primer ministro turco Ahmet Davutoglu, sale del que esperan mucho para apagar la crisis generada por la masiva llegada de demandantes de asilo, que en 2015 alcanzaron la cifra récord de 1,25 millones.

Los 28 quieren marcar asimismo el endurecimiento de la respuesta europea a la crisis dando su apoyo a un proyecto en ciernes de «cierre» de la llamada ruta de los Balcanes, utilizadas por centenares de miles de migrantes en su camino hacia el norte de Europa.

Serbia y Macedonia, pero también Austria, Eslovenia y Croacia, miembros de la UE, restringen desde hace unas semanas el tránsito por sus territorios de los solicitantes de asilo, lo que la Comisión Europea calificó de incompatible con la legislación europea y la Convención de Ginebra.

Esta decisión dejó a más de 30.000 migrantes bloqueados en condiciones miserables en Grecia, unos 13.000 en la frontera con Macedonia.

«El flujo de migrantes irregulares por los Balcanes occidentales llega a su término. Esta ruta está ahora cerrada», se puede leer en el proyecto de declaración final.

Pero Alemania emitió este lunes fuertes reservas sobre este punto, «lo que importa es hallar una solución duradera con Turquía», dijo la canciller Angela Merkel al llegar a la cumbre.

Su portavoz consideró el cierre de esas fronteras como una «especulación».

Merkel, que renunció los últimos meses a su política de apertura hacia los refugiados, insiste ahora en la necesidad de que la frontera greco-turca sea más hermética.

«Medianamente optimista»

Antes de reunirse entre 28, los dirigentes europeos se reunirán con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, que participa en su segunda cumbre UE-Turquía «en tres meses».

«Esto muestra a qué punto Turquía es indispensable para la UE y Europa para Turquía», dijo al llegar.

Además de los migrantes económicos irregulares «es muy importante que Turquía esté dispuesta a readmitir a los refugiados que no son sirios», dijo el primer ministro holandés, Mark Rutte.

«También queremos que cesen las partidas por mar desde las costas turcas de refugiados sirios», agregó declarándose «medianamente optimista» cuando se le interrogó sobre las «concesiones» que Turquía podría hacer.

Esta nueva cumbre se lleva a cabo en medio de un clima de fricciones recurrentes entre la UE y Ankara, por la reciente ola represiva a la prensa turca de oposición.

La crisis migratoria provoca desde hace meses profundas divisiones en la UE y amenaza uno de sus pilares más emblemáticos de su construcción: la libre circulación en el espacio sin fronteras Schengen.

La Comisión Europea fijó como objetivo para un regreso a la normalidad que los controles fronterizos en el interior de este espacio, reinstaurados en ocho países, desaparezcan para fin de año.

Pero esto necesita que caiga el flujo de llegadas y que los migrantes económicos sean expulsados de la UE más rápidamente, entre otros países hacia Turquía que los reenviaría a su vez hacia sus países de origen, como lo pactó Bruselas con Ankara en un acuerdo que regirá a partir del 1 de junio.

Cada semana llegan a las costas griegas entre 15.000 y 20.000 personas provenientes de Turquía, una cifra «muy elevada», según los dirigentes europeos que temen que el flujo de llegadas se vuelva a disparar en la primavera.

El naufragio el domingo de un barco en el que murieron 25 personas, de ellas 10 niños, frente a las costas turcas recordó antes de la cumbre una vez más las peligrosas travesías del mar Egeo.

«Un problema europeo»

La UE quiere también que Turquía refuerce la lucha contra las mafias que organizan estas travesías, con la ayuda de buques de la OTAN en el Egeo. Estos pueden ahora «operar en aguas territoriales» griegas y turcas, según el secretario general de la Alianza Atlántica, Jens Stoltenberg.

La crisis migratoria «no es un problema de un sólo país, es un problema europeo, y debemos hallar una solución colectiva», dijo el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, en donde las infraestructuras de acogida están saturadas.

Tsipras pidió a sus socios que respeten su promesa de recibir a 160.000 solicitantes de asilo llegados a Grecia e Italia, que los miembros de la UE debían repartirse por cuotas, según un acuerdo alcanzado en septiembre. De momento sólo 884 fueron acogidos en otro país de la UE.

Categories: Mundo
Redacción Internacionales:
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