Agencias
La Alta Representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Federica Mogherini, reiteró hoy aquí que el bloque comunitario no reconoce la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, mientras el rey de Arabia Saudita, Salmán bin Abdulaziz, manifestó su rechazo a cualquier medida que afecte la soberanía siria sobre la meseta.
En el marco de la cumbre de la Liga Árabe en Túnez, la jefa de la diplomacia europea indicó durante la inauguración del evento que «la Unión Europea no reconocerá la soberanía de Israel sobre los territorios que ocupó en 1967».
Por su parte, el monarca sirio en su discurso en la misma ceremonia subrayó que «rechaza absolutamente» cualquier medida que afecte la soberanía siria sobre los Altos del Golán, publicó The Jerusalem Post.
Las declaraciones del rey saudita fueron una clara referencia a la decisión de Estados Unidos de reconocer el dominio israelí sobre la zona, lo que concretó esta semana en Washington durante la visita del primer ministro israelí Benjamín Netanyahu.
El rey Salman reiteró su respaldo al establecimiento de un estado palestino en Cisjordania y la Franja de Gaza, con Jerusalén Este como su capital.
Por primera vez la cumbre de la Liga Árabe reunió a los gobernantes de Arabia Saudita y Qatar desde 2017, cuando Riad y sus aliados impusieron un boicot político y económico en Doha.
Sin embargo, el emir de Qatar, el jeque Tamim bin Hamad al Thani, abandonó la sala de la cumbre poco después de que el secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, elogió la forma en que Arabia Saudita manejó su presidencia rotativa de la Liga Árabe el año pasado.
La retirada del jeque, quien solo acudió a la sesión de apertura, fue anunciada por la agencia oficial de noticias catarí QNA, que dejó sin precisar los motivos de la salida.
La trigésima cumbre anual de Liga Árabe que se celebra en Túnez también analizará la influencia regional de Irán y Turquía, así como las guerras en Siria, Libia y Yemen, entre otros asuntos.
Israel ocupó los Altos del Golán durante la Guerra de los Seis Días de 1967, pero fue hasta 1981 que Tel Aviv se anexó formalmente la meseta de unos mil 800 kilómetros cuadrados, si bien esto nunca fue reconocido por gran parte de la comunidad internacional.
El territorio en disputa es una región montañosa de 1.800 kilómetros cuadrados situada en el sudoeste de Siria y norte de Israel. Cuenta con un yacimiento de petróleo con un potencial volumen de más de un billón de barriles y, sobre todo, representa una importante fuente de agua para Israel.