Alessia Genoves
Colaboradora
@DiarioCoLatino
La Universidad de El Salvador (UES) contará con $124,696,935 para su funcionamiento en 2024, de acuerdo al proyecto de Presupuesto General de la Nación dado a conocer por el Ministerio de Hacienda. Esto representa una disminución del 7.4% en relación al presupuesto vigente para 2023, que es de $132,477,750.
El presupuesto 2024 contempla importantes partidas para rubros como la Dirección y Administración Institucional ($53,085,285), la Enseñanza Superior Universitaria ($58,779,270) y el Apoyo al Servicio Académico ($3,897,640). También incluye fondos para el Desarrollo de Infraestructura Universitaria ($2,599,935), la Asamblea General Universitaria ($217,225), las Escuelas Regionales de Carreras Técnicas ($526,025) y la Enseñanza Superior a Distancia ($5,000,000).
En materia de remuneraciones, se asignan $76,565,664 para el pago de salarios al personal académico, técnico y administrativo de la UES. De ese total, $61.8 millones corresponden específicamente a los salarios de 3,329 plazas reguladas por la Ley de Salarios. Si bien el monto exhibe un leve incremento respecto a 2022, su participación en el presupuesto total viene descendiendo paulatinamente en los últimos años.
Analizando la última década, el punto más bajo en el presupuesto de la UES se registró en 2014, cuando apenas alcanzó los $78,904,915. Ese parámetro permite dimensionar el importante aumento experimentado hasta llegar a los $124,696,935 que se prevén para 2024, equivalente a un 40.4%.
Durante los cinco años del Gobierno de Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), los incrementos fueron muy moderados, sin superar el 1.9% anual. Recién en 2019, primer año de Nayib Bukele, se produjo un significativo salto del 19%, pasando de $85,444,190 a $99,607,472.
Esa tendencia al alza se acentuó en 2020 y 2021, cuando el presupuesto escaló a $102,897,472 y $112,897,472, respectivamente. Ya para 2022 se alcanzaron los $122,637,472, marcando un aumento del 7.4% que ahora se consolida con una leve mejora adicional tanto en 2023 como 2024.
En cuanto al porcentaje histórico dedicado al pago de salarios, éste ha fluctuado principalmente entre 50% y 60%, pero muestra una pendiente decreciente. Mientras que en 2014 absorbió el 66.6% del presupuesto total, para 2024 se reduce al 57.7%, producto de que el presupuesto general ha crecido más rápido que las partidas para remuneraciones.