La reconocida abogada y jurista internacional, María Silvia Guillén, criticó a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y los acusó de actuar con soberbia, al destituir al Magistrado del TSE, Ulises Rivas, y no resolver la recusación solicitada por este.
Como ya es conocido, el abogado Jesús Ulises Rivas Sánchez, Magistrado del Tribunal Supremo Electoral (TSE), fue inhabilitado de su cargo, como medida cautelar, luego que los magistrados de la Sala de lo Constitucional resolvieran la recusación, interpuesta por el abogado de este.
“Los magistrados de la Sala de lo Constitucional debieron primero resolver la recusación del magistrado Rivas”, dijo Guillén. No obstante, los magistrados, en un acto de soberbia resolvieron separar al magistrado propietario del TSE, además, por un acto de venganza.
Y es que el pecado del magistrado Rivas fue haber criticado las resoluciones de la Sala de lo Constitucional en su calidad de dirigente de una gremial de abogados, además, por haber hecho público su apoyo a la fórmula presidencial del FMLN.
Haber votado por los candidatos del FMLN no debe ser causal para que un funcionario de elección de segundo grado deba ser castigado, pues, todos, incluyendo los magistrados de la Sala, cuando ejercieron su voto lo hicieron a favor de una fórmula presidencial y por ende un partido político.
Nadie con uso de razón puede dudar que Florentín Meléndez, Sidney Blanco, Belarmino Jaime y Rodolfo González votaron por la fórmula presidencial de ARENA, pero ellos siguen en sus cargos como magistrados.
Entonces, cuando suspenden al magistrado Ulises Rivas por haber votado por la fórmula presidencial del FMLN no debe ser motivo para que se le aparte de su cargo.
Los de la Sala de lo Constitucional, que ya ha quedado claro, responden a los interese políticos de la derecha, se han convertido en los perseguidores políticos de los profesionales de la izquierda salvadoreña, de la verdadera izquierda salvadoreña representada en el FMLN, porque es la que tiene reales posibilidades de poder, y por la vía electoral, la vía electoral de la democracia burguesa, y a esto le teme la derecha, a esto le temen los de la Sala de lo Constitucional.
La Sala, con su persecución de los profesionales del FMLN, busca evitar que este partido político logre más poder del que ya le dio el soberano cuando lo eligió para que esté al frente del Ejecutivo, en la Asamblea Legislativa y en los municipios.
La Sala de lo Constitucional está haciendo contra la izquierda salvadoreña, lo que hicieron las dictaduras militares, impedir que tengan poder o más poder en el futuro. Por este error histórico, inclusive, se llegó a una guerra civil.
Los de la Sala están jugando con fuego, al impedir que la izquierda se desplace libremente en todos los terrenos políticos de poder que la democracia burguesa permite en una sociedad capitalista como la salvadoreña.
La Sala, además, ha violado el Acuerdo de Paz, desde que expulsó a Eugenio Chicas como magistrado Presidente del Tribunal Supremo Electoral, y hoy lo repite con Ulises Rivas, al despojarlo también del mismo tribunal.
Este Acuerdo de Paz es el que dio origen a una reforma constitucional que permitió la creación del Tribunal Supremo Electoral.