Kiev/PL
Grupos de ultranacionalistas bloquearon hoy el acceso de empleados a la filial del banco ruso Sberbank en esta capital, mientras ocuparon el edificio administrativo en la occidental región de Volinsk.
En el primer caso, después de levantar ayer una pared de concreto a la entrada de una de las oficinas de Sberbank, cerca de un centenar de radicales lanzó consignas antirrusas e impiden el acceso de los trabajadores de la filial del referido banco ruso.
Durante toda la madrugada, miembros del partido Cuerpo Nacional, heredero del neofascista batallón Azov, custodiaron la entrada al referido banco, una acción que repitieron en otras ciudades para demandar la salida de Sberbank del mercado financiero ucraniano.
En la occidental ciudad de Lutsk, unos 20 veteranos de la operación de castigo en el sureste ucraniano ocuparon la administración de la provincia de Volinsk para exigir la liberación de radicales arrestados la víspera, participantes en un bloqueo a la región del Donbass.
La vicepresidenta de la Rada Suprema (parlamento unicameral) Oksana Siroid indicó que, según el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), todos los detenidos en una operación realizada ayer fueron liberados.
Tras una operación del SBU contra el llamado reducto de Krivoi Torets, 43 radicales fueron apresados. Los ultranacionalistas boicotean el paso de vagones con carbón, extraído en las minas de las regiones de Donetsk y Lugansk, en la zona hullera del Donbass.
El SBU desmontó las barricadas que erigieron los radicales desde enero pasado en varios pasos de vía ferroviaria y carretera para la salida o entrada de mercancías a Donetsk y Lugansk, que se autoproclamaron repúblicas independientes hace tres años.
Las acciones de los ultranacionalistas causan pérdidas multimillonarias a la economía ucraniana, sin embargo, solo ahora el gobierno del presidente Piotro Poroshenko ensaya algunas medidas para finalizar el referido boicot.
Ello ocurre en medio de la presión de los ultranacionalistas que desde Volinsk amenazan con marchar a esta capital para efectuar acciones ‘más decididas’ contra las autoridades ucranianas.
La interrupción del suministro de carbón desde el Donbass a termoeléctricas en el resto de Ucrania y de coque a las fábricas metalúrgicas llevó a la racionalización del servicio eléctrico y la suspensión parcial de la producción de metales.