Por Pedro Martínez Pírez
Vivía en mi ciudad natal, Santa Clara, tenía 16 años de edad y ganaba doce pesos al mes como trabajador en una tienda de artículos para niños donde limpiaba las vidrieras, el piso, y hacía labores de mensajero, cuando en Santiago de Cuba, para que no muriera el Apóstol en el año de su Centenario, se llevó a cabo el histórico Asalto al Cuartel Moncada.
Ese día, 26 de julio de 1953, el gran declamador cubano, Luis Carbonell, celebraba su 30 cumpleaños en medio de una gira que realizaba por varias ciudades españolas en compañía de Ernesto Lecuona, Esther Borja y Mimí Cal. El Acuarelista de la Poesía Antillana había nacido en la ciudad de Santiago de Cuba el 26 de Julio de 1923.
Este 26 de julio, como el de 1953, vuelve a ser domingo, y en tiempos de pandemia no se efectuará como en años anteriores un gran acto con participación popular. Mi memoria registra haberlo conmemorado en Quito en 1960 y 1961; en Santiago de Chile en 1962 y 1963, este último con la celebración de un acto efectuado en la Universidad Nacional con la presencia de los grandes poetas Nicolás Guillén, de Cuba, y el chileno Pablo Neruda, quien ocho años después, el 21 de octubre de 1971, recibiría el Premio Nobel de Literatura.
Durante muchos años, como periodista, participé en coberturas de los actos por el 26 de Julio realizados en varias provincias cubanas, en algunas de ellas con la grata compañía del colega de Radio Habana Cuba, Orlando Castellanos.
En Angola estuve en 1986, cuando cumplía una misión internacionalista como profesor de Periodismo y corresponsal de varios medios cubanos. Recuerdo que ese año escribí un artículo para la edición del Jornal de Angola del 13 de agosto, en homenaje al 60 cumpleaños de Fidel Castro, quien estuvo en Luanda en septiembre de ese año luego de participar en Harare en la VIII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados.
26 PARA LA HISTORIA
Pero un 26 de julio que no podré olvidar jamás es el celebrado en 1992, cuando en la capital de Andalucía, en España, tuve el privilegio de volver a dialogar con el comandante Fidel Castro, pues lo había entrevistado trece años antes, el 12 de octubre de 1979, en la sede de la Misión de Cuba ante las Naciones Unidas, en la ciudad de Nueva York.
El encuentro con el entonces presidente de Cuba se produjo en el Pabellón cubano de la Exposición Universal de Sevilla.
A esa feria asistieron 17 jefes de Estado o de Gobierno de América Latina y el Caribe, quienes llegaron a Sevilla el domingo 26 de julio procedentes de la capital de Cataluña, donde asistieron a la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona, en los cuales Cuba, al alcanzar el quinto lugar logró su mejor actuación en toda la historia de las Olimpiadas.
Fidel Castro había participado antes en Madrid, los días 23 y 24 de julio, en la II Cumbre Iberoamericana, y viajaría desde Sevilla hasta Santiago de Compostela, invitado por el presidente de Galicia, Manuel Fraga Iribarne.
Yo había estado días antes en Galicia, dando cobertura a la visita del entonces vicepresidente José Ramón Fernández, a quien en Cuba muchos decían “El Gallego”, pero sus padres, fueron realmente asturianos.
Con Fernández habíamos ido también al Principado de Asturias, pero su misión principal era preparar la visita de Fidel Castro a Galicia, donde en el municipio de Láncara, provincia de Lugo, conocería la humilde casa de su padre, don Ángel Castro Argís.
Por eso, cuando el domingo 26 de julio de 1992 dialogué con el comandante en Sevilla, tenía yo mucha información sobre la visita que el Presidente cubano realizaría a la tierra de su padre.
A continuación transcribo para los lectores de estos recuerdos, el diálogo que sostuve con Fidel.
Pmp: Comandante, este es el primer 26 que pasa usted fuera de Cuba.
Fidel: El primero, sí, dio la casualidad. No pude eludirlo.
Pmp: Sabe que Cienfuegos va a ser la sede, pero se ha postergado la celebración.
Fidel: Sí, me enteré de que entre los que estaban compitiendo estaba Cienfuegos. Y habían escogido a Cienfuegos, pero quisieron posponerlo. Por mi parte no tengo ninguna objeción.
Pmp: Los cienfuegueros lo están esperando para que Usted celebre el 26 con ellos.
Fidel: Los cienfuegueros tienen dos fiestas importantes, vamos a ver como conciliamos eso. Y que noticias hay de allá. Yo hace dos o tres días que no se nada.
Pmp: Bueno las noticias son, realmente, siguiendo la visita suya a España, la Segunda Cumbre Iberoamericana…
Fidel: Ha sido un programa muy fuerte, tenso, una constante actividad, sin respiro.
Pmp: Sin embargo aquí la televisión española, al hacer las conclusiones, dijo que Usted sin proponérselo había sido el protagonista de la Cumbre.
Fidel: Yo no tenía ese propósito ni mucho menos, vine modestamente aquí a participar.
Pmp: Y se han quejado también, los amigos de Cuba, de que su discurso fue muy corto.
Fidel: Siempre es preferible que se quejen de eso, pero no podía pasarme de los 7 minutos.
Pmp: Y algunos han dicho también que fue muy antiimperialista.
Fidel: Bueno, no he hecho más que decir la verdad objetiva, cosas que me parece no se pueden silenciar en una reunión de esta naturaleza. He querido recordar la situación que está viviendo el mundo en este momento.
Pmp: Algunos periodistas, uno en concreto, me dijo ayer que tal vez algunos otros mandatarios habrían querido decir lo mismo.
Fidel: Todo el mundo no está siempre en las condiciones óptimas para poder decir las cosas, y algunas palabras y las cosas que yo he dicho si las hubiera dicho otro le hubieran podido traer inconvenientes. Pero nosotros nos sentimos en una gran libertad para decir, y tenemos muchas cosas que denunciar de lo que está ocurriendo en el mundo. Por eso es posible que pueda decir algunas cosas que le sean más difícil a otro, pero en general ha habido un ambiente amistoso y cordial, muy amistoso por parte de los participantes en la Cumbre.
Pmp: En Andalucía hay mucha solidaridad con Cuba, y aquí se dice, entre las consignas y los lemas, que sin Cuba nada sería igual.
Fidel: Bueno, yo pienso que los españoles quieren que nosotros seamos firmes y que resistamos, porque es muy bueno que en un mundo tan dominado por Estados Unidos que haya alguien que resista.
Pmp: Y que Cuba no fallará. Gustó mucho la cita que usted hizo de José Martí.
Fidel: Parece que la escribió para esta época y para esta reunión.
Pmp: ¿En Galicia lo están esperando, comandante?
Fidel: Alguna vuelta tengo que dar por allí, porque no quiero defraudar a los gallegos. No tanto tiempo como ellos querían, porque ellos hicieron un programa muy intenso de cinco días, y yo les pedí que por favor se redujera al mínimo, y ellos reducen el tiempo, pero mantienen el programa. En las mismas horas meten más cosas. Va a ser tremendo ese programa.
Pmp: El alcalde de Oleiros, García Seoane, lo está esperando.
Fidel: El de Oleiros estaba muy bravo, muy triste, porque dentro de la reducción del programa no tocaba la visita allí (a la Coruña), pero yo pienso tener una reunión con ellos, sino allí en otro lugar.
Pmp: Lo va a estar esperando en Santiago de Compostela.
Fidel: Creo que va a estar en Santiago de Compostela.
Pmp: ¿Ha sido rígido el protocolo?
Fidel: No, no ha sido rígido, lo hemos cumplido con placer, y siempre nos quedaron algunas horas para dormir. Cuatro o cinco horas.
Pmp: Pero lo estaban esperando en el Alfonso XIII, mucha gente, desde hacía dos horas.
Fidel: Yo salí un momentico y los saludé. Me decían que llevan horas allí.
Pmp: “Fidel, amigo, Sevilla está contigo”, decían a coro los simpatizantes de Cuba.
Fidel: Sí. Lo escuché. Yo cuando llegué eran casi las dos de la mañana, pero le pedí permiso al personal de Seguridad para ir a saludarlos. Yo he actuado con mucho cuidado porque comprendo la responsabilidad que tienen los que están a cargo de la Seguridad, y no quiero complicarles la vida. Si me empiezo a detener en todas partes a saludar a toda la gente.
Pmp: En Láncara lo están esperando. Es Hijo Adoptivo.
Fidel: Sí, no me queda más remedio que dar una vuelta por allí. Quiero ir a ver la choza donde nació mi padre.
Pmp: Y las primas de Armea, también.
Fidel: Creo que tienen un almuerzo preparado allí, pero se van a arruinar porque no se sabe cuántos llegan ahí. Si llegan cien van a tener una crisis presupuestaria.
Pmp: Pero ya ellas hicieron el ensayo con el asturiano Fernández y les queda todavía presupuesto.
Fidel: Más que yo, sí.
Pmp: Allí hay un restaurante en Oviedo que dice que se quedó impresionado.
Fidel: ¿Con Fernández?
Pmp: No, con Usted.
Fidel: Sí, pero parece que Oviedo queda un poco lejos. No lo puedo incluir en el programa… Los de Galicia tenían tremendo programa, pero a mí me parecía demasiado extenso. Y ahí hemos negociado. Todo esto es a base de negociación, porque había muchas cosas organizadas en todas partes, y a uno le duele, ¿no?
Pmp: Aquí (en Andalucía) los alcaldes de Puerto Real, Los Palacios, Marinaleda, todo el mundo lo está esperando.
Fidel: Hay muchas invitaciones de alcaldes, yo necesitaría permanecer casi un mes en España, pero voy a costar muy caro al gobierno español si me quedo un mes aquí. Y el gobierno español tiene que tomar también medidas económicas porque ha tenido que hacer gastos en las Olimpiadas, en la Feria.
Pmp: ¿Cree usted que se consolida la comunidad iberoamericana, esta segunda reunión?
Fidel: Dentro de los límites, que no puede rebasar. Se consolida como familia, se consolida a favor del desarrollo en muchos campos, pero tiene un límite, que es la comunidad política y económica de América Latina.
Hasta aquí el diálogo que sostuve con el líder histórico de la Revolución Cubana el 26 de julio de 1992, en la sede de la Exposición Universal de Sevilla, donde Cuba fue uno de los cuatro países de América Latina que tuvo Pabellón propio.
Y recuerdo que el comandante Fidel Castro, antes de viajar a Galicia, le encargó al entonces ministro de Relaciones Exteriores, Ricardo Alarcón de Quesada, que permaneciera en Sevilla para representarlo en la celebración del Día de Cuba en la Feria. Posteriormente el canciller Alarcón se incorporó en Galicia a la delegación presidida por Fidel, y fue testigo del momento en que el líder histórico de la Revolución conoció la muy modesta casa donde nació y vivió su padre.
Recuerdo el texto de la placa que identifica el lugar: “En esta casa, en 1875, nació Ángel Castro Argís, gallego que emigró a Cuba, donde plantó árboles que aún florecen”.
En este 67 aniversario de la Gesta del Moncada he querido recordar a Fidel Castro, su principal protagonista, continuador de la obra de José Martí, y abogado que en su autodefensa legó a la patria cubana un verdadero apotegma: “Condenadme, no importa, la historia me absolverá”.