En atención a lo que establece la Ley de la Carrera Docente y como resultado de una mesa de diálogo en la que participaron todas las gremiales de docentes, menos una, el Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén y las distintas gremiales acordaron un incremento salarial para los docentes de cien dólares y de sesenta para los administrativos del Ministerio de Educación (MINED).
De acuerdo con el artículo 33 de la Ley de la Carrera Docente, se debe realizar una revisión salarial cada tres años. Es de aclarar que el mencionado artículo ha comenzado a cumplirse a partir de la llegada del FMLN al Gobierno central, es decir, a partir de 2009.
El monto global para el incremento será de $63.2 millones, lo que significa que es una cantidad considerable, pero, sin lugar a dudas va a ayudar al sector magisterial.
Aunque para que este aumento sea realidad, se necesita de la aprobación por parte de la Asamblea Legislativa, la modificación del presupuesto en lo que respecta a la cartera de Educación. Las gremiales de docentes deberían visitar a las fracciones legislativas para garantizar que la reforma al Presupuesto General de la Nación se haga lo más pronto posible.
Ojalá y este acuerdo impida, además, que los docentes paralicen sus labores, como medidas de presión para lograr sus objetivos. La lucha gremial es necesaria, indiscutiblemente, pero ante un Gobierno que dialoga no se valen las medidas de hecho.
SINDOPETS, SITADMES, SITES, SINEDME 22 DE JULIO, FRENTE MAGISTERIAL, AEME, AMIES y MPS, han sido testigos de la importancia de la mesa de diálogo y del diálogo mismo, a partir de los resultados.
Los alumnos y alumnas, así como padres de familia, debería exigir a los pocos docentes insatisfechos que suelen a menudo llamar a paros de labores, a que todas sus peticiones las canalicen a través del diálogo. El profesor Salvador Sánchez Cerén ha establecido mesas de diálogo con tal fin.
En estos momentos es oportuno, también, retomar una sugerencia que hiciera un teórico de la comunicación y filósofo colombiano para su patria, pero que puede hacerse para El Salvador también: “Este es el momento… para replantear la relación Escuela/Estado no solo en términos salariales sino pedagógicos. Lo que ha venido a plantear la verdadera pregunta –del- millón: ¿cómo pueden los niños y jóvenes acceder a una comprensión de su país que les capacite, al menos básicamente, para ayudar a cambiarlo?”. La respuesta la tiene Usted querido y querida maestra.