El pastor Fredy Segovia fue el encargado de hacer un resumen del informe que el Consejo de Seguridad y Convivencia Ciudadana entregó, la tarde del miércoles, al Presidente de la República Salvador Sánchez Cerén.
Y fue el mismo pastor Segovia quien utilizó un par de veces, de forma muy acentuada y oportuna, el titular de este editorial. Y que en materia de seguridad, en el presente Gobierno hay un antes y un después.
El antes y el después no es un decir, es evidente, comprobable, en el tema de homicidios, por ejemplo, es evidente que en los municipios priorizados -50 en total- la disminución es por el orden del 44 %. Hay una reducción de hechos violentos y no solo de los homicidios, sino de otros delitos.
En esos mismos municipios los espacios públicos recuperados, pues ya no están abandonados, ni mucho menos tomados por delincuentes, hoy son espacios para el entretenimiento de niños, niñas y jóvenes.
La articulación de casi todas las instancias del Gobierno Central con las alcaldías ha sido un éxito, y eso ha permitido que los programas para la prevención sean expeditos y, por ende, efectivos.
Lo mismo puede decirse de los cambios de casi el 180 % en los centros penales, que si bien algunos candidatos a la presidencia siguen diciendo que estos son centros de aprendizaje para el crimen, la realidad es otra.
En estos momentos hay 24 mil reos en el programa Yo Cambio, y este programa contiene proyectos para la reinserción del privado de libertad. Miles de reos, por ejemplo, andan en las comunidades, realizando limpieza, pintando escuelas o reparando pupitres. El hacinamiento ha disminuido de un 44 % a 33 %, casi en la media de los centros penales de América Latina.
Todo lo anterior ha sido posible por dos situaciones, por un lado, la decisión del Presidente Salvador Sánchez Cerén de crear el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana y Convivencia, y este de haber elaborado el Plan El Salvador Seguro, con sus cinco ejes estratégicos, entre ellos, la parte represiva, pero, fundamentalmente la preventiva.
Y ha sido tan bien valorado el consejo como el Plan El Salvador Seguro, que el PNUD pidió al presidente que gestione, para quien asuma la presidencia a partir de junio del próximo año, dar continuidad a este espacio de diálogo y al plan.
Sin lugar a dudas, en tema de seguridad, El Salvador tiene un antes y un después. Esto es así y se puede comprobar.