Rolando Alvarenga
En el transcurso de la semana anterior se publicó en estas páginas el reporte sobre el panorama en la ruta clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Tokio , con respecto a los boletos que tienen El Salvador, Guatemala y el resto de países centroamericanos. Y de entrada se pararon los pelos y se enchinó la piel al leer el escandaloso titular de: Guatemala con 16 clasificados a los Juegos de Tokio, El Salvador 1.
Un titular que a estas alturas y tras haber caído tan bajo hace un resto de años, ya no debería alarmar, ni asustar, por ser, a partir de los resultados internacionales y cualquier cantidad de millones de dólares invertidos, el reflejo de un trabajo mal hecho en términos generales. Una triste realidad y vergüenza patriótica que debe ser un llamado de atención para que este INDES le meta el diente y presione para cambiar las cosas. Un cambio en donde los frutos y crecimiento internacional sean acordes a la millonaria y generosa inversión estatal.
Estamos hablando de una desgracia integral que pasa y siempre ha pasado por todo, empezando por un 95 por ciento de los funcionarios que a través de los años han pasado por las cúpulas del INDES, las cúpulas ejecutivas del Comité Olímpico, federativos, personal técnico, atletas, gerentes, “gerentas” y en fin. Una evaluación en donde muy pocos logran pasar esta penosa “PAES Deportiva” que nos tiene postrados.
Obviamente hay contadas excepciones a la regla, en donde muy pocos y pocas han superado y superan tantas lipidias para cumplir desde sus trincheras con su responsabilidad para darle prestigio y orgullo a la patria querida. Entonces, a partir del ejemplo cubano, que no desperdicia ni un peso y su cosecha siempre es local e internacionalmente fructífera, este INDES debe emprender una especie de “Perestroika Deportiva”. ¿Estamos? Yo, a la orden para quien diga lo contrario.