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Por Leonel Herrera*
El ministro de la Defensa Nacional, René Francis Merino Monroy, hace recordar la frase “burro hablando de orejas”, dicho popular utilizado para referirse a alguien que no tiene solvencia moral para decir algo.
Son “burros hablando de orejas” -por ejemplo- las personas “mal educadas” que quieren dar consejos sobre buenos modales, los políticos mentirosos que hablan de honestidad, los funcionarios corruptos que se jactan de ser probos o los empresarios explotadores y evasores que hablan de derechos laborales y de responsabilidad tributaria. La expresión también aplica para quienes critican a otros por hacer o querer hacer lo que ellos mismos hacen.
Merino Monroy denunció la semana pasada en sus redes sociales que “algunos candidatos a la presidencia han manifestado que van a negociar con las pandillas”, refiriéndose a declaraciones de Luis Parada, presidenciable del partido Nuestro Tiempo propuesto por la plataforma ciudadana SUMAR por El Salvador, aunque no mencionó su nombre. Señaló que “esas negociaciones ya se hicieron en el pasado” y “lo único que lograron fue fortalecer más a las maras”.
El ministro castrense habla como si el actual gobierno no hubiera negociado con las maras, tal como lo hicieron sus antecesores. Acusa a un candidato opositor de proponer negociaciones con las pandillas como si no hubiera suficiente evidencia periodística basada en audios, fotografías, documentos y videos que confirman los pactos de la administración de los hermanos Bukele con las maras.
Según publicaciones del semanario digital El Faro, el pacto fue reducción de homicidios y apoyo electoral al partido Nuevas Ideas por parte de las maras, a cambio de no extraditar, excarcelar y otros beneficios carcelarios para los pandilleros.
La información revelada por el periodismo investigativo señala directamente al director de Tejido Social del Ministerio de Gobernación, Carlos Marroquín, y al director general de Centros Penales y viceministro de Seguridad Pública, Osiris Luna, de realizar estos acuerdos con las maras. Ambos funcionarios, incluso, son investigados por la justicia de Estados Unidos.
Vale recordar que, en una de las conversaciones telefónicas publicadas por El Faro, Marroquín reconoce que él personalmente trasladó a un jefe de pandillas hasta Guatemala y asegura que sus acciones cuentan con la venia de “Batman”, refiriéndose supuestamente el presidente Nayib Bukele. En esa conversación, el funcionario le declara su lealtad al pandillero con quien conversa.
Entonces, ¿con qué cara el ministros de Defensa acusa a un candidato opositor de proponer negociaciones con las maras, si el gobierno del que forma parte ha mantenido acuerdos con estos grupos criminales?
Por lo demás, las declaraciones de Merino Monroy son totalmente falsas, pues Luis Parada en ningún momento ha planteado negociar con pandillas. En un ejercicio de verificación de información, el medio digital Voz Pública evidenció la falacia de las acusaciones del jefe militar contra el presidenciable opositor.
Según dicha publicación, Parada afirmó en una entrevista de FOCOS T.V. que si (en una eventual transición presidencial) el gobierno actual no quiere decir qué pactos tiene con las maras habrá que preguntárselo directamente a los cabecillas pandilleriles. Nada más alejado a la calumniosa, difamatoria y temeraria afirmación del ministro castrense.
Las declaraciones irresponsables y falsas de Merino Monroy son parte de la estrategia gubernamental de desinformar a la población y descalificar a candidatos opositores, liderada por los medios de comunicación oficialistas, redes de troles, “youtubers” y demás activistas digitales del bukelismo.
El objetivo central de esta sucia ofensiva propagandística es hacerle creer falsamente a la gente que sólo la reelección inconstitucional de Bukele asegura la continuidad del combate contra las maras y que de ganar un candidato opositor las pandillas volverán para robar, extorsionar, violar, etc.
Bienvenidos y bienvenidas a la campaña electoral más vergonzosa de la historia del país.
*Periodista y activista social
