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Un caballo de Troya en Nuevas Ideas, o la descomposición política de Nuevas Ideas

En las últimas semanas, el asesor de seguridad nacional del presidente Nayib Bukele, Alejandro Muyshondt, se ha dedicado a destapar, a través de las redes sociales, sendos casos de corrupción, así como vinculaciones con el narcotráfico de otros funcionarios.

El primero de esos casos fue cuando Muyshondt acusó de corrupción al secretario de prensa de Casa Presidencial, Ernesto Sanabria. Durante varias semanas hubo dimes y diretes entre el funcionario en mención y el asesor de seguridad.

No obstante, las denuncias públicas no pasaron a más, y en las redes sociales lo tomaron con simpleza, es decir, para unos se trataba de un “show” que dos funcionarios cercanos al presidente Bukele estaban dando, para entretener a los seguidores en las redes.

Otros, muy pocos, por cierto, creían que debería intervenir la Fiscalía General de la República, olvidando quizá que esta actúa solo cuando el presidente Bukele se lo ordena o cuando se trata de perseguir a la oposición política.

Y más recientemente, Muyshondt publicó una fotografía del presunto equipo de trabajo del diputado Erick García, en la que aparecía con miembros de su equipo de trabajo, entre ellos un primo, supuestamente vinculado a pandillas. Pero no solo eso, Muyshondt publicó que el diputado de Nuevas Ideas, Erick García, tiene parientes trabajando en la Asamblea y que, además, “son pandilleros”.

En otra publicación, Muyshondt reveló una presunta conversación entre el diputado y otra persona, supuestamente transando droga. “Yo quisiera saber qué vienen en esos paquetes que el diputado Erick García trae de México… Como tiene pasaporte diplomático, no le revisan las maletas o paquetes en aduanas”, escribió Muyshondt.

El diputado Erick García desmintió las conversaciones y la fotografía e incluso presentó una denuncia en la Fiscalía General de la República contra Muyshondt por difamación. Alrededor de estos personajes y denuncias han aparecido otros en la discusión, unos contra García y otros contra Muyshondt.

Lo curioso en esta “novela política”, en la que no hay nada de ficción, es que si la ciudadanía realmente fuera consciente de su rol ciudadano y se preocupara del destino del país, exigiría cuentas, tal como lo hacía con los gobiernos anteriores, que no les dejaron pasar ni un detalle, incluso, hasta de inventos de corrupción.

Y es precisamente por esa displicencia ciudadana, o falta de ciudadanía, que el presidente Bukele, quien en la propaganda dice combatir la corrupción, aparece en la escena, no para exigir explicaciones, pues su intervención es de alcahuete.

Y es que simplemente escribir: “Seguimos en las investigaciones”. O “CONSEJO: No pongan las manos al fuego por NADIE”, es una postura complaciente, tolerante. Es restarles importancia a las revelaciones.

Tal parece que el presidente Bukele perseguirá a los que él cree que son corruptos de la oposición, pero a sus corruptos los resguardará, los tratará con paños tibios o tomará los casos como parte del entretenimiento político con el que gobierna este país.

Muchos esperaban, seguramente, que el presidente Bukele le ordenara a la Fiscalía General de la República iniciar las investigaciones y esta, a su vez, pedir que le quitaran el fuero a los diputados para investigarlos y, por supuesto, separar a los otros funcionarios de su Gobierno. Pero nada de esto.

Más allá de lo que tolere Bukele a sus funcionarios, lo que está pasando en Nuevas Ideas es la descomposición propia de un partido que solo actúa cuando se le ordena hacer algo, cuando gran parte de sus militantes provienen de lo peor de otros partidos políticos.

Cuando se ven amenazados por los cambios ordenados por Bukele sin el respaldo de un estudio serio, como la reducción de los diputados y municipios para el próximo año.

 

Muchos de los actuales diputados se ven amenazados en la continuidad en la Asamblea con pocas posibilidades de seguir en la esfera política, y que ya les gusto vivir de la cosa pública, pero ya no irán más. Es decir, todo lo que se está viviendo en el partido Nuevas Ideas es el inicio del proceso de descomposición por el tipo de personajes que conforman ese partido, ante las imposibilidades de seguir disfrutando de la “piñata” de la “nueva” clase política, pero con mañas viejas.

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