Por Boris Bachorz/Anna Malpas
Moscú/Donetsk/AFP
Un convoy de ayuda humanitaria ruso de 280 camiones se dirigía este martes hacia la frontera con Ucrania, cialis recipe donde el ejército de Kiev combate a los separatistas prorrusos, clinic salve a pesar de las advertencias de Occidente que teme que sea un pretexto para enviar tropas.
Ucrania dejó claro que no permitirá el paso a su territorio del convoy ruso.
«No consideramos posible desplazar columnas rusas en el territorio de Ucrania. El contenido del convoy podría pasar un puesto fronterizo ucraniano y ser cargado en un vehículo del Comité Internacional de la Cruz Roja», here indicó el jefe adjunto de la presidencia, Valéri Tchaly.
«No aceptaremos que (la ayuda humanitaria) esté acompañada por el ministerio ruso de situaciones de emergencia o por militares rusos», añadió.
Un responsable de la administración de la región de Moscú, citado por la agencia rusa Ria Novosti, indicó que el convoy, que partió el martes por la mañana de un suburbio de la capital rusa tras ser bendecido por un pope ortodoxo, «llevará a los habitantes del este de Ucrania alrededor de 2.000 toneladas de material humanitario».
El presidente ruso, Vladimir Putin, justificó el lunes el envío del convoy por las «catastróficas consecuencias» de la ofensiva ucraniana contra los separatistas prorrusos en el este y aseguró que Moscú trabaja en colaboración con la Cruz Roja.
Pero la organización internacional aseguró el martes que todavía no había dado su luz verde definitiva y Francia insistió en que el convoy no debería ser autorizado sin cumplir unas condiciones estrictas, entre las cuales la aprobación de la Cruz Roja.
«Seguimos necesitando más información antes de poder seguir delante», dijo a la AFP la portavoz de la CICR, Anastasia Isyuk.
Occidente teme que Rusia, a la que acusa de respaldar y armar a los separatistas ucranianos, intente recurrir a la operación humanitaria para enviar tropas.
Moscú lo niega, pero la OTAN considera que Rusia tiene desplegadas 20.000 tropas en la frontera ucraniana, y Kiev eleva esa cifra a 45.000.
Los combates entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos en el este de Ucrania han dejado a los residentes de las ciudades tomadas por los insurgentes y cercadas por el ejército sin electricidad, agua corriente o calefacción y con penuria de medicinas y alimentos.
También empeoraba la situación humanitaria en Donetsk y Lugansk, dos bastiones de los insurgentes sometidos a intenso fuego de artillería en los últimos días.
Cerco a Lugansk
Las tropas ucranianas rodean Donetsk, bastión de los separatistas con más de un millón de habitantes, y el ejército indicó el martes que se disponía a cercar también Lugansk, con medio millón de habitantes.
Si las tropas de Kiev consolidan su avance, podrían cortar el acceso de los insurgentes a la frontera con Rusia, desde donde Kiev consideras que reciben las armas.
Con la intensificación del conflicto, Moscú ha anunciado su intención de enviar una misión humanitaria e incluso ha pedido el respaldo de los occidentales.
Pero Kiev anunció durante el fin de semana que interceptó un convoy ruso con tropas, aunque no dio más detalles, alimentado los temores occidentales a un envío de fuerzas rusas.
Francia expresó su «gran preocupación» por el envío del convoy este martes, según anunció el Elíseo.
El ministro francés de Relaciones Exteriores, Laurent Fabius, dijo que una operación humanitaria era «posible y justificada» siempre y cuando dispusiera del visto bueno de la Cruz Roja y de Kiev, sin militares que acompañen la ayuda y con más presencia que la rusa.
«En este momento concreto» no se cumplen estas condiciones, dijo.
El presidente estadounidense, Barack Obama, en conversación el lunes con su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, destacó que toda acción unilateral de Rusia sin el respaldo de Kiev sería considerada «inaceptable».
En conversación con Putin, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso también avisó del riesgo de emprender cualquier intervención en Ucrania, «cualquiera sea el motivo, aunque sea humanitario», según un comunicado.
Durante el fin de semana, Obama, la canciller Angela Merkel y el primer ministro David Cameron advirtieron de que toda acción unilateral por parte de Rusia hacia Ucrania sería considerada «ilegal» e «inaceptable».
Más de 1.3000 personas han muerto en cuatro meses en lo que la Cruz Roja ya considera una guerra civil en Ucrania, y 285.000 han huido de sus casas, según la ONU.