FUNDASAL
Doña Hilda Estela Zamora vivía en El Paraíso, drugstore Chalatenango; pero desde muy joven emigró a la ciudad de San Salvador para trabajar en oficios domésticos, find lavar y planchar ropa.
Vivió en varios mesones de San Salvador y Ciudad Delgado; luego se fue a vivir al Barrio Concepción, de San Salvador, en una vivienda muy precaria con su compañero de vida y sus cuatro hijos. Luego se trasladó con su familia a un edificio declarado inhabitable. “Por la necesidad, ahí se tiene que estar uno”, dice Estela.
Desde el año 2000, aprendió el oficio de tapicería, y hoy se dedica a diseñar sillones para niños desde su casa.
En el 2004, escuchó sobre el Programa Rescate de la función habitacional del Centro Histórico de San Salvador y poco a poco se fue sumando a las reuniones que se desarrollaban en FUNDASAL.
En esa institución le hablaron sobre el cooperativismo de vivienda por ayuda mutua, el cual busca contribuir a resolver la problemática de la vivienda, por medio de tres vías: la ayuda mutua, la autogestión y la propiedad colectiva.
Pero además de eso, le enseñaron a expresar sus ideas. “Yo sólo estudié hasta segundo grado, no podía agarrar el lápiz, leer de corrido, redactar cartas; hoy me puedo expresar con las personas”, manifiesta.
En el 2005 se organizó en la Asociación Cooperativa de Vivienda del Barrio Concepción, ACOVICOM de RL. Era únicamente asociada; luego los asociados la eligieron Presidenta de esa organización dado su espíritu de servicio y superación personal. Desde entonces le ha tocado representar legalmente a su cooperativa en diferentes lugares del país.
Ha impulsado jornadas solidarias para mejorar las piezas o habitaciones del mesón Palacios, donde vive la mayoría de los asociados.
“Mi cooperativa me dio el voto de confianza y no puedo quedarme con los brazos cruzados, frente a esta pesadilla de alquiler”. Doña Estela se mantiene contagiando a los demás socios para luchar juntos por el acceso a la tierra y la aprobación de una Ley de Vivienda de Interés Social que beneficie a las grandes mayorías de El Salvador.
Actualmente, están aprendiendo a convivir y tomar decisiones en colectivo, ya que ellos y ellas mandan. Hoy la autoridad máxima en el mesón Palacios es la Asamblea General.
Este ejemplo de lucha, superación y buena práctica es digno de imitar, ya que los salvadoreños y salvadoreñas también se destacan en el mundo por lo bueno.
En el año 2003, FUNDASAL realizó una investigación sobre la situación de los habitantes del Centro Histórico de San Salvador (CHSS). Los datos dejaron al descubierto la situación en que habitan familias de 35 mesones, antiguas casonas de familias adineradas, sub divididas en piezas para ser arrendadas, sin mantenimiento y dañadas por terremotos; las familias, especialmente mujeres jefas de hogar, vivían bajo amenazas de desalojo y abusos por parte de propietarios y mesoneros.
Ante este abandono de la ciudad antigua, FUNDASAL, a través del modelo Cooperativismo de Vivienda por ayuda mutua, implementa el programa: “Rescate de la Función Habitacional del Centro Histórico”. Éste impulsa la participación y organización de sus habitantes en su lucha por una vivienda adecuada en entornos favorables. Es así como en el año 2009, la cooperativa de vivienda ACOVICHSS, formada por 21 familias provenientes de los mesones Renacer y San Esteban, construyen dos edificios. En el 2013 la cooperativa ACOVIVAMSE finalizó su complejo habitacional que benefició a 40 familias provenientes de mesones del Barrio San Esteban. A la fecha son 12 cooperativas del CHSS, que forman parte de la Federación Salvadoreña de Asociaciones Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FESCOVAM).
La incidencia de FESCOVAM, con Asesoría de FUNDASAL, ha permitido que el Gobierno de Italia financie el proyecto de Recalificación Socioeconómica y Cultural del Centro Histórico de San Salvador, mismo que se ha ratificado por la Asamblea Legislativa el pasado 25 de julio 2013, por un monto de 12 millones de Euros, este beneficiará aproximadamente a 325 familias.