Vemos, leemos y de imaginación volamos. Los medios de comunicación del tiempo presente nos permiten saber casi al instante cuanto acontece entre los hermanos, poco importa la distancia. República Dominicana comparte la Isla Española con Haití, cada país habla un idioma distinto y entre ellos hay distancias no superadas. Mar afuera está Puerto Rico en su destino de ser una mezcla rara de estado asociado del imperio; una figura retórica contraria a todo derecho internacional.
En estas realidades o nos quedamos en lo mismo o intentamos romper la modorra de la indiferencia. Entiendo que este fin de semana recién pasado, escritores de Puerto Rico y República Dominicana han roto la inercia en un Encuentro que promete marcar rumbos.
Yo no estuve allí pero se de la fuerza que anima a quienes hacen parte de Proyecto Cultural Sur, en Santo Domingo y en San Juan. Entonces imagino que los convocados se presentaron, compartieron sus visiones, la comida y algo de bebida. Lo que acontece en todo Encuentro. Además imagino que ha ocurrido algo que lo hace distinto, se descubren hermandades fundamentadas en la visión de crearnos un futuro, no medible con los parámetros del imperio. No estamos hablando de política, estamos hablando de vida, la que fluye cuando dos hermanos se reencuentran.
Todo evento tiene un tiempo de organización y expectativas previsibles, puede darse que el evento sea mejor o sea peor. De darse el segundo caso estamos hablando de que la organización no ha estado a las alturas de lo pensado, como se que en República Dominicana hay capacidades, intuyo que el resultado ha sido mejor de lo esperado y esto es lo que anima y señala un rumbo futuro.
Digamos de momento que todo ha sido romper el hielo, que lamentablemente se establece en las relaciones humanas cuando hay incomunicación de por medio, romper el hielo es en sí ya un paso, ahora hay que dar otros y mancomunar logros, apoyarse mutuamente, establecer puentes de colaboración permanente y aquí está el detalle que marca la diferencia,
Aunque estas sean solo palabras, deben saber que es grato sentir que en otras latitudes nuestros iguales echan a volar los sueños. Es con arte, el de imaginar, crear soluciones que podremos decir que nuestro paso por el mundo ha dejado huella.
Un abrazo emocionado
Tito Alvarado