Los Angeles / AFP
Jocelyne Zablit
Cameron Jones entra con su auto deportivo a un estacionamiento al aire libre en Los Ángeles, selecciona un puesto y apaga el motor antes de reclinar el asiento y acostarse a dormir.
«Perdí mi apartamento hace 10 días porque no podía pagar los 2.200 dólares de renta y me dijeron que este era un lugar seguro hasta que me recupere», dijo Jones, un veterano de los Marines que sirvió en Afganistán y ahora trabaja para una compañía que vende paneles solares.
«Puedo dormir tranquilamente aquí sin tener que estar despertándome a cada momento en la noche y estar mirando a los lados», añadió el joven de 26 años, que tiene un traje colgando en la parte de atrás del carro y que se apuntó en un gimnasio para poder ducharse antes de ir al trabajo por las mañanas.
Transcurre una hora de esta noche fría de invierno y una docena de vehículos, algunos con niños, comienzan a llenar este lote que se suma al creciente número de «estacionamientos seguros» de California y otros estados de Estados Unidos para ofrecer a personas sin techo un lugar donde pernoctar.
Media docena de estos estacionamientos, que tienen vigilancia privada, han surgido en Los Ángeles en el último año, ofreciendo gratuitamente por 12 horas un lugar seguro a las cerca de 9.000 personas que viven en la ciudad en sus autos o casas rodantes.
Uno está ubicado detrás de una iglesia, otro en una sinagoga y un tercero en las instalaciones de la oficina local del Departamento de Asuntos de los Veteranos.
Baños químicos y estaciones para lavarse las manos y la cara están disponibles para los usuarios, que deben llenar una solicitud previamente para ser admitidos.
Para Carlos Gonzalez Jr., un veterano del Ejército de 60 años que tiene dos viviendo en una casa rodante, el programa de estacionamientos le evita el constante acoso de residentes para que mueva su vehículo.
«Hay gente mala allá fuera, me siento seguro aquí», dijo a la AFP en el estacionamiento para los exmilitares ubicado en el acomodado barrio de Westwood, antes de irse a dormir.
«Aquí estoy tranquilo sin la preocupación de que alguien trate de robarme», indicó, con el sonido de fondo de los autos a toda velocidad en una autopista cercana.
– «Punto de ruptura» –
Programas similares fueron implementados en otras ciudades de California -incluida el área de la bahía de San Francisco-, donde los disparatados precios de las viviendas están haciendo que muchas personas de bajos ingresos terminen en la calle.
«Tenemos una maestra que usa uno de nuestros estacionamientos porque la renta le quedó tan alta que no pudo pagar más», dijo Ira Cohen, que junto a su esposa fundaron el programa en Los Ángeles. «Algunos tienen al menos la suerte de tener un auto para convertirlo en su hogar».
En California vive la cuarta parte del más de medio millón de personas que viven en indigencia en Estados Unidos, según datos de 2017 del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano de Estados Unidos (HUD).
Este estado, con una economía con peso específico propio a escala mundial, tiene además la tasa más alta de indigentes sin refugio, es decir, personas que viven en sus autos, en edificios abandonados y en parques.
Solo en el condado de Los Ángeles, hay 53.000 indigentes, un gran incremento respecto de los 38.700 de 2010, según la autoridad de Vivienda.
«Esto no pasó del día a la noche», subrayó Gary Painter, que dirige el instituto de investigación de políticas sobre indigencia en la Universidad del Sur de California (USC). «Los alquileres en Los Ángeles suben más rápido que los ingresos de la gente» y «en los últimos tres años llegamos a un punto de ruptura en términos de lo que lleva a la gente a vivir en las calles».
Indicó que a pesar del flujo masivo de dinero para nuevas viviendas, albergues y programas de asistencia, la situación tomará tiempo en solventarse dada la escala del problema.
Y mientras tanto, programas como el de los estacionamientos seguros ganan popularidad.
«Si hace dos años me hubieras dicho que estaría en esta situación, me hubiera reído en tu cara», aseguró Jones. «Pensaba que estaba viviendo el ‘American Dream'».