ASOCIACIÓN INTERSECTORIAL PARA EL DESARROLLO ECONÓMICO Y EL PROGRESO SOCIAL – CIDEP – [email protected]
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El origen de la fiesta navideña data de la celebración del nacimiento del sol para los antiguos romanos, viagra el cual se daba según ellos en el equinoccio de invierno, advice a la mitad de la noche más larga del año. Tiempo después la celebración fue retomada por la tradición cristiana, cambiando al sujeto de adoración, ya no se adoró al Sol, sino al Niño Jesús, “eterno sol de la humanidad”, que nació en Belén y vino al Mundo para anunciar a los pobres la buena nueva de su liberación.
A lo largo de los años la celebración ha ido transformándose de su verdadero significado en alguna medida a causa de los problemas sociales que afectan a las familias, sin embargo el fomento de valores en las nuevas generaciones que tenga a su base la sana convivencia y la búsqueda de la paz, puede devolverle el significado real a esta fecha tan representativa. Desde su posición en la sociedad cada persona puede asumir pequeños compromisos y llevarlos a cabo en compañía de su familia, de esta forma el respeto a la vida, la generosidad, la honestidad, la solidaridad y la conservación del medio ambiente son valores que podemos poner en práctica en esta época del año y continuarlos a lo largo de nuestra vida.
Estas festividades se convierten en una fecha propicia para reflexionar acerca del aporte de cada ciudadana y ciudadano para contribuir a mejorar las condiciones de vida del país, ya que la mayor riqueza de un país es contar con las herramientas necesarias para que todas y todos puedan obtener mejores oportunidades no solo de vivir en un ambiente sano y seguro sino también de tener educación y empleos dignos.
Si verdaderamente queremos celebrar la Navidad, debemos darnos el tiempo para reflexionar sobre los problemas en los que se encuentra sumergida la sociedad salvadoreña, reconociendo que es necesario y urgente trabajar por la construcción de un mundo diferente, más humano y justo, donde las familias tengan lo necesario para vivir dignamente y puedan garantizar a sus hijos e hijas la alegría verdadera, que nace de la justicia y la equidad en nuestras condiciones de vida.
Estamos a pocos días de que finalice el año 2014 y con esperanzas de que el 2015 sea un año mejor, de cambios para la sociedad salvadoreña, un año en que se puedan comenzar a superar los problemas que han golpeado a El Salvador a lo largo de los años, para vislumbrar un país en el que se reduzca la pobreza, en donde la violencia desaparezca, en donde todas y todos tengamos la mismas oportunidades de superación para nuestras vidas.
En esta navidad y año nuevo, CIDEP envía un saludo fraterno a toda la población salvadoreña, deseando que en estas fiestas de Navidad y Año Nuevo renovemos nuestro compromiso por la educación, el fomento de los valores y el respeto a los derechos humanos de todas y todos.