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CAMINATA ECOLÓGICA Cientos de miembros de diferentes organizaciones de la sociedad civil, participan en la XV Caminata Ecológica, en el marco del Día Mundial del Medio Ambiente, en la que denunciaron el creciente deterioro ambiental en la región. Foto Diario Co Latino/ Guillermo Martínez

Un grito desesperado de justicia al Estado

Diario Co Latino

En El Salvador como en muchos otros países, cialis existe una cultura en la cual, ed   la mujer  es tratada con menosprecio, order estigmatización y violencia. Además, esta es una situación común para muchas mujeres en la que se les impide que  se les trate con igualdad y  se les generen los espacios necesarios para desarrollarse plenamente y alejarse de situaciones de violencia.

Asimismo, la falta de ayuda y seguimiento por parte de algunas instituciones y entidades  que dicen proteger sus derechos, genera en ellas un sentimiento de impotencia, abandono y desesperanza para salir adelante. Tal es el caso de Deanne Elizabeth Pérez,  quien a los 9 años fue abandonada por su padre como resultado de un divorcio. Esto, generó un cambio radical en su vida que la ha llevado a una situación deplorable.

“Lo que me motiva a contar mi historia, es que hay muchas mujeres en mi situación y  a veces no se percatan de lo grave que es y todo los problemas que genera”, expresó Deanne.

Asimismo, la joven expresó que en esos momentos su  madre se encontraba desempleada y empezó a trabajar de cualquier cosa para llevar el sustento al hogar. La familia de la joven vivía en una  zona muy conflictiva donde la presencia de pandillas, amenazaba su tranquilidad y su desarrollo.

Su madre, al defenderse, recibió amenazas por parte de estos grupos delictivos y aunque pidió ayuda a las autoridades, nunca la recibió, asegura.  Deanne, también tuvo que enfrentar nuevos retos al quedar embarazada a los 16 años de su primer hijo y  luego de un año y seis meses, de su segundo retoño, una hija. “El padre de mis hijos era una persona que de alguna manera estaba influenciada por la violencia de las zonas donde vivíamos, además había mucha violencia intrafamiliar y decidí alejarme de él”, dijo Deanne.

Para el año 2009, la situación se volvió incontrolable en la zona en la que vivían y se mudaron a la Colonia  Santísima Trinidad, donde se encontraron  nuevamente con fenómeno de las pandillas. Ante un peligro inminente, por la que ella y su familia huyeron de la zona y se mudaron  a una colonia semi rural llamada Colonia Escorial, en mejicanos; donde no pudieron evitar de nuevo un ambiente de violencia controlado por grupos delictivos.

Para ese entonces, la joven solo había cursado hasta octavo grado y no tenía la oportunidad de terminar sus estudios para buscar un trabajo y llevarle el sustento a sus hijos.

En 2013, su abuela materna buscó al abuelo de Deanne para que les ayudara a enfrentar la dura situación en la que se encontraban. Él les prestó una casa por 2 años en la ciudad de Santa Tecla para que su familia no se quedara en la calle.

A los tres meses de haberse mudado al nuevo lugar, su madre decidió irse a trabajar a Estados Unidos, porque la situación económica era muy crítica. Esto no ayudó mucho, ya que su madre hasta la fecha no ha podido encontrar un trabajo que le genere el dinero suficiente para ayudarlos.

“Ya se cumplieron los 2 años desde que mi abuelo prestó la casa y mi mama está muy preocupada porque nos quiere sacar a la calle lo más pronto posible”, mencionó Deanne. Además, la joven dijo que algunas ocasiones su abuelo ha llegado a amenazarla, insultarla e incluso, ha tirado la ropa de ella y de sus hijos a la basura.

Deanne puso una demanda por la que su abuelo fue preso pero al momento de la audiencia, la Jueza Tercero de Paz de Santa Tecla,  Laura Elena Chamagua Castillo, mostró una actitud anti ética hacia la joven, ya que, ella afirma que la ultrajó, dijo que ella no podía gozar de sus derechos humanos y que no tenía dignidad.  “Salí muy afectada de ese lugar  porque decían que yo era una vaga y llevé todos mis diplomas para que vieran que eso no era así, solamente se dedicaron en defenderlo a él”, expresó. La joven quisiera poder pagar otro lugar para poder vivir, pero debido a que no ha podido terminar sus estudios, no ha podido encontrar un trabajo para  pagar la renta.  “Mi granito de arena en esto, es que no quiero que mis hijos sigan los mismos patrones que yo he vivido. Quiero que la gente conozca estos problemas para que podamos cambiar de a poco esta sociedad que está tan dañada y que no genera oportunidades para los jóvenes”, expresó.

Asimismo,  dijo que a pesar de que con este Gobierno hay avances, pero que falta mucho por hacer y que el Estado debe generar mejores condiciones para que la juventud salga adelante y en especial las mujeres que necesitan mucho apoyo. “Todo este abandono a la juventud genera una cultura de violencia y creo que deberían de poner atención a ello”, peticionó.Ahora, con 23 años, Deanne continúa en esta situación,  en la que su futuro es incierto y en la que se encuentra estancada en su desarrollo personal y profesional. Además vive con el miedo de que ella y sus dos pequeños se queden en la calle en cualquier momento. Esta historia, es una de muchas en la que las jóvenes se encuentran en situaciones precarias y sin la esperanza de salir adelante mediante políticas y condiciones que les generen oportunidades y alejarse de las situaciones de violencia a las que están expuestos.

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