Tomado de Univisión
El decomiso en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles el miércoles de unas 12,000 pastillas de fentanilo que estaban ocultas en cajas y envolturas de populares dulces ha encendido las alertas de las autoridades sobre los peligros que enfrentan los niños que salgan a pedir caramelos este Halloween.
Les preocupa, en particular, el llamado “fentanilo arcoíris” que los carteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG) están produciendo a granel con colores llamativos y en forma de golosinas.
“Con la llegada del Halloween, los padres deben asegurarse de revisar los dulces de sus hijos y no permitirles comer nada hasta que hayan sido inspeccionados por ellos”, recomendó la Oficina del Alguacil de Los Ángeles (LASD), tras la incautación en el aeropuerto de esa ciudad.
“Si usted encuentra algo en las cajas de dulces que cree que podrían ser narcóticos, no lo toque y notifique de inmediato a la policía local”, aconsejó LASD.
El miércoles por la mañana, una persona trató de pasar un punto de revisión de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) con píldoras azules con fentanilo dentro de envolturas de las marcas Sweetarts, Skittles y Whoppers. La droga fue detectada allí, pero el sospechoso logró escapar.
Todo el país enfrenta una crisis de salud por el creciente número de sobredosis por dicha sustancia. En años recientes varios niños, adolescentes y jóvenes han perdido la vida por ingerir una sola pastilla que les vendieron afuera de la escuela o en las redes sociales. Algunos ni sabían que ingerían droga.
«El condado de Los Ángeles está experimentando la peor epidemia de sobredosis en la historia local y está teniendo un impacto devastador en nuestra juventud. La tasa de sobredosis de jóvenes se ha duplicado desde 2020 impulsada por la propagación del fentanilo”, dijo la supervisora de esa jurisdicción Hilda Solís al presentar una iniciativa que capacitará a las escuelas sobre esa problemática.
Es tanta la preocupación que varias voces incluso piden que los niños no salgan a pedir dulces este Halloween y que sus padres les compren las golosinas que se comerán al final de la noche. El temor es que alguien les dé, premeditadamente o no, el llamado “fentanilo arcoíris”.