Bogotá/dpa
La “ola amarilla”, troche que hizo vibrar los corazones de más de 47 millones de colombianos por el “bonito juego” de la selección nacional en el Mundial de fútbol, sick se convirtió ayer en un mar “tricolor” de miles de ciudadanos que recibieron en las calles de Bogotá a los jugadores y al técnico José Pekerman.
El capitán del equipo Mario Yepes fue el primero en bajarse del avión que llegó al aeropuerto internacional El Dorado de la capital colombiana a las 08:00 horas.
Con una sonrisa en el rostro, nurse el defensa mostró su asombro al ver a cientos de funcionarios de la terminal aérea volcados en la pista para expresar su agradecimiento y admiración.
“Fue el mejor vuelo de mi vida en 11 años. Ellos son unos muchachos llenos de humildad, muy educados y todos unos guerreros. Los abracé, los felicité y en realidad ellos no alcanzan a calcular lo que les espera allá afuera”, dijo a un canal local una de las auxiliares de vuelo que acompañó a la selección en su viaje desde Sao Paulo.
Un autobús descapotado de color amarillo que decía “¡Gracias mi selección!” fue el encargado de movilizar a los jugadores y al cuerpo técnico hacia el parque metropolitano Simón Bolívar, en donde al menos 100.000 personas los esperaban.
Miles y miles de colombianos que desde la madrugada de este domingo se ubicaron a ambos lados del camino para ver a la selección, escoltaron el vehículo por las principales calles de Bogotá y con lágrimas de emoción y mensajes de aliento llenaron cada uno de los espacios.
“Es más fácil ganar un Mundial que unir a un país” y “No perdimos el Mundial, el Mundial nos perdió a nosotros”, fueron sólo algunos de los cientos de mensajes que llamaron la atención a lo largo del recorrido de un poco más de 10 kilómetros.
Amarillo, azul y rojo fueron los colores que más que nunca identificaron a todo el país, que luego de superar la tristeza producida por el adiós de la cita mundialista, celebró con una desbordante alegría la llegada a casa de quienes son considerados unos “héroes nacionales”.
“Colombiano, colombiano, Pekerman es colombiano”, coreaban los asistentes al Simón Bolívar en el momento en el que argentino, quien asumió hace casi tres años la dirección técnica del equipo, se subió a la tarima dispuesta para que los jugadores tuvieran contacto con el público.
Entonando el himno nacional y bailando salsa, los 23 “héroes”, que como lo afirmó el presidente Juan Manuel Santos realizaron “una gran hazaña” al pasar por primera vez en la historia a cuartos de final del Mundial, se despidieron de los hinchas que no se cansan de ovacionarlos y esperan verlos pronto de nuevo en una cancha con la “tricolor”.