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Un menestral tecleño que brilló con luz propia en España

UN MENESTRAL TECLEÑO QUE BRILLÓ CON LUZ PROPIA EN ESPAÑA

Marlon Chicas, El Tecleño Memorioso

La Ciudad de las Colinas es la cuna de distinguidos obreros que a lo largo de la historia marcaron su sello personal en diversos oficios: talabarteros, sastres, ebanistas, tapiceros entre otros, en la confección de calzado a mano, existió un connotado menestral encargado de calzar los delicados pies de damas de sociedad, don Enrique Castillo Mata (+), quien, en diciembre de 1978, inmortalizó su frase “Mi espíritu jovial y mi amor al trabajo, irán conmigo hasta la muerte”.

Don Enrique originario de Santiago Nonualco departamento de La Paz, radicó en Santa Tecla por años, dedicó buena parte de su vida a la confección de calzado a mano, oficio que logró el aval de nobles damas de sociedad, como doña Lucy Borge de Guirola, entre muchas señoras y señoritas de la época. Su prestigio traspasó las fronteras patrias, siendo reconocida su labor en Sevilla España en 1943, en el marco de la Exposición Obrero Latino, realizada en la capital de dicha provincia.

Su inicio en el mundo de la confección de calzado fue en la Ciudad Capital, en el taller “La Guatemalteca” propiedad del señor Gregorio Aguillón, oriundo de Cojutepeque Cuscatlán, su espíritu indómito lo conduce a sus 22 años a Santa Tecla, en asocio con su amigo don Rafael Jarquín, sastre de fuste (alta moda), diez meses después don Enrique continuará solo su sueño de ser un referente en materia de elaboración de calzado fino hecho a mano.

Con esfuerzo y dedicación adquiere un local propio, el que por años funcionó en el extinto Portal Orellana, o Central, costado norte del mercado de la ciudad, no era raro verle trabajar con tesón en la confección de calzado, ya que su exigencia en la calidad del producto, le hizo ganar una amplia reputación en la población, el cual le recuerda con cariño.

Don Enrique Castillo es abuelo paterno del secretario de Tecleños de Corazón, licenciado Orlando Moran Castillo, quien guarda celosamente fotos y artículos de efemérides de nuestro ilustre personaje, don Enrique  contrajo nupcias a sus 26 años con doña Jesús Quintanilla (+), con quien procreó a: doña Josefina Castillo v. de Moran (+), ex directora del Centro Escolar José Ciriaco López, en sus inicios, el contador Enrique Antonio Castillo (+), Jorge Felipe Castillo (+), que se desempeñó como empleado de comercio y José Alfredo Castillo (+), médico pediatra, el cual obtuvo una beca de estudios en México, en la que ejerció su profesión.

Los tecleños guardan un simpático recuerdo en la memoria, en los años de 1940 a 1974, existió una motocicleta marca Douglas inglesa, color negro con su side car, estacionada frente a su taller, en la que el señor Castillo recorrió calles y avenidas de San Salvador y Santa Tecla, ataviado de sus mejores galas y su inseparable sombrero de fieltro negro, don Enrique recordaba con emoción sus viajes por tierras mejicanas y guatemaltecas, provocando la admiración de chicos y grandes por su paso en dichos países.

Don Enrique Castillo el “Maestro del Calzado”, se durmió en la paz del Señor a sus 96 años de edad, en marzo de 1991, dejando un legado en la confección de calzado hecho a mano, el cual aún perdura en nuestra ciudad, un merecido tributo a su memoria, ¡Un fraternal abrazo hasta el cielo don Enrique Castillo Mata!

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