Ricardo Antonio Ibarra Manzanares
El modelo de Prevención Social de la Violencia, case ejecutado por el Padre Pepe Morataya, ampoule quien ha venido dirigiendo el Polígono Industrial de Don Bosco, sovaldi sale ha demostrado ser un gran impulsor de la transformación de los niños y jóvenes de las zonas de alto riesgo que se encuentran sometidas a la influencia de la delincuencia.
El padre Pepe, como cariñosamente se le conoce, está demostrando a la comunidad internacional que si es posible transformar a la sociedad salvadoreña, con verdaderos programas encaminados a desarrollar las habilidades de los jóvenes, lo cual se ha podido verificar con la conformación de la Orquesta Sinfónica Juvenil integrada por más de ciento cincuenta jóvenes salvadoreños de bajos recursos económicos, que han trascendido las fronteras patrias y en este caso me refiero a la exitosa presentación artística de estos jóvenes en la ciudad de Washington, que han sabido deleitar a un público selecto con diferentes obras musicales, entre ellas las bellas notas de nuestro Himno Nacional y El Carbonero que despertó la nostalgia de nuestros connacionales que viven en esa gran nación.
Es indudable que este es un ejemplo de gran eficiencia de gestión de parte del Padre Pepe Morataya, que supo tocar las diferentes sensibilidades para buscar ese apoyo en la cooperación internacional y la gran empresa privada, principalmente de parte del Banco Mundial, que fue receptivo en avalar ese gran proyecto que es un verdadero modelo de prevención, que consiste en atacar a la violencia con la música, y que dicho modelo también puede servir a los demás países centroamericanos que también están viviendo con las mismas características de violencia y delincuencia.
Es indudable que la participación de la empresa privada como el caso específico de: AVIANCA y el apoyo publicitario ha sido bien significativo.
Es bien importante hacer una reflexión que cuando se tienen buenos líderes, como el caso del Padre Morataya, es posible hacer grandes obras pero para ello es necesario trabajar con mucha honradez y transparencia y ese tipo de liderazgo es lo que nuestro país necesita con mucha urgencia, principalmente en la selección de los funcionarios públicos que sepan utilizar los recursos que se generan con la cooperación internacional y la empresa privada, y que estos sean canalizados efectivamente hacia su respectivo destino; ya que si hiciéramos un análisis de todas las donaciones que nuestro país ha tenido durante los últimos treinta años, veríamos que se han invertido grandes cantidades millonarias para paliar la pobreza de nuestro país.
Por lo que es digno de reconocer e imitar el buen gesto del Padre Pepe, que está demostrando que es posible rescatar la juventud salvadoreña, ya que esos niños y jóvenes que se pudieron haber convertido en delincuentes, se convierten ahora en una gran promesa nacional, en donde se han sabido canalizar las cualidades artísticas de los jóvenes, así es que adelante Padre Pepe, porque cuenta con todo el apoyo de un pueblo que siempre le estará agradecido, y muchas felicitaciones al Banco Mundial por el apoyo que está brindando a los niños y jóvenes de nuestro país.