Por Miguel Sánchez
Santiago/AFP
El estallido de un nuevo artefacto explosivo la madrugada del jueves en un barrio del centro de Santiago dejó un joven muerto, quien es investigado por la Fiscalía para determinar su vinculación con los ataques al metro ocurridos en la capital chilena en las últimas semanas.
«Un hombre joven habría estado manipulando un artefacto explosivo de fabricación casera. En esas circunstancias le habría estallado, provocándole lesiones que, en definitiva, le provocaron la muerte», dijo a medios locales el fiscal Claudio Orellana.
La bomba causó una fuerte explosión que alarmó a los vecinos del céntrico barrio Yungay de la capital chilena, quienes vieron a la víctima envuelto en llamas y aún con vida, según explicó Orellana.
«¡Estamos viendo a un ser humano, se queja, traigan baldes con agua para apagarlo!», gritaron testigos del hecho, según se aprecia en un video difundido por canales de televisión locales minutos después de ocurrida la explosión.
La policía acordonó el área de la explosión, donde no se registraron daños materiales de importancia, mientras equipos médicos llegaron al lugar para socorrer al joven, quien murió posteriormente cuando era atendido en un centro médico debido a las graves heridas que sufrió.
La explosión «le amputó la mano derecha, le afectó el tronco y la cabeza, con exposición de masa encefálica» y le provocó «graves quemaduras en el tórax, el brazo y la cabeza», explicó Mario Henríquez, director de la Posta Central de Santiago.
Vinculación con ataques al metro
El fiscal Orellana indicó que la investigación del caso está dirigida a establecer la identidad de la víctima y si tiene alguna relación con los tres sospechosos que fueron detenidos por los dos ataques ocurridos al metro de Santiago, el último hace dos semanas que dejó 14 heridos, y otros dos ataques a dependencias de la Policía.
«Queremos establecer la identidad de la víctima, si tiene o no alguna vinculación directa con los atentados anteriores y con quienes fueron formalizados (acusados)», afirmó Orellana.
Según el parte médico, la víctima tendría entre 25 y 30 años.
Las primeras investigaciones indican que el artefacto que estalló no es del todo similar a los utilizados en los ataques al metro y a los establecimientos de la Policía, aunque «tiene algunos componentes que también se repiten», afirmó Orellana.
Por los ataques al metro y a dependencias de la Policía fueron detenidos tres sospechosos de entre 22 y 26 años el jueves pasado, y fueron acusados formalmente hace dos días ante la justicia chilena.
Dos de ellos, un hombre y una mujer, fueron dejados bajo prisión preventiva luego de ser acusados por la Fiscalía por las explosiones ocurridas en el metro. Estarán en la cárcel hasta que concluya la investigación.
El tercer sospechoso fue imputado de porte y tenencia de artefactos explosivos, pero permanece en arresto domiciliario y con prohibición de salir del país hasta que concluyan las investigaciones.
Los ataques al metro de Santiago fueron reivindicados en un comunicado por el grupo anarquista ‘Conspiración de las células del fuego’ (CCF), que afirmó que sus acciones no están dirigidas contra la población sino contra las «estructuras de poder».
Más de un centenar de artefactos artesanales han estallado en los últimos cinco años en cajeros automáticos, bancos, gimnasios, embajadas o restaurantes del país. Estos actos, por los que hasta el momento nadie ha sido condenado, han sido reivindicados por grupos que se identifican como anarquistas.