Un mundo sin ética

Mauricio Vallejo Márquez

coordinador

Suplemento Tres mil

 

El mundo anda mal. Cada vez son más las personas que son capaces de todo para obtener sus metas. No les importa cortar cabezas, arruinar vidas, frenar avances, mentir, matar. Todo es válido para ellos.

Es posible que esta falta de ética tenga su semilla en el descuido de la familia, la ausencia de padre en algunos hogares, además de dejar como institutriz a la televisión donde hay lecciones que en una mente joven pueden calar hondo. En la TV se enseña a matar, a escaparse de la prisión, a ser chica o chico malo, a irrespetar al prójimo. Y la lista es larga.

Sin embargo la ética puede ser aprendida de nuestros padres, abuelos y maestros. Pero también es una decisión. Nosotros somos los que determinamos nuestra forma de vivir y de ver la vida. La decisión de hacer lo correcto para convivir con el resto del mundo de forma pacifica tiene que ver con el respeto y la solidaridad. Sabiendo que no podemos estar bien si el resto está mal. Vivimos en simbiosis, una en la que debemos procurar encasillar de forma coherente para que nuestra especie sobreviva.

Existen varias clasificaciones para determinar los valores, Max Scheler y Marín Ibañez tienen diversas posturas al respecto, entre los más aceptados tenemos: Honradez, honestidad, solidaridad, misericordia, humildad, generosidad, gallardía, nobleza, amistad, valentía, humanidad, integridad, entre muchos. Pero estos valores no llegan a desenvolverse si no existe una verdadera referencia de ética, de probidad, de moral.

“Según una corriente “clásica”, la ética tiene como objeto los actos que el ser humano realiza de modo consciente y libre (es decir, aquellos actos sobre los que ejerce de algún modo un control racional). No se limita sólo a ver cómo se realizan esos actos, sino que busca emitir un juicio sobre estos, que permite determinar si un acto ha sido éticamente bueno o éticamente malo. Ello implica establecer una distinción entre lo que sea bueno y lo que sea malo desde el punto de vista ético, y si el bien y el mal éticos coinciden o no con lo que serían el bien y el mal en sí”, Wikipedia.

Al conocer qué es ética y comprenderla, será más fácil saber hasta donde llegan los límites de lo que se debe o no hacer.

El Derecho (las leyes) es uno de los límites, que de forma coercible nos obliga a comportarnos de determinada manera para evitar una sanción; Los mandamientos divinos que se encuentran en las Sagradas Escrituras; y por supuesto las buenas costumbres. Todos estos nos ayudan a cohabitar en la tierra, a mantener límites. Pero al irrespetarlos nos vemos sumidos en lo que estamos: guerra, delincuencia, violencia, corrupción.

Un mundo mejor es el resultado de una ética.

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