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Miguel Ángel Dueñas Góchez*
En el “Resúmenes” de la Campaña por la Convención Interamericana de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos: “La trampa de la moral única” (Argumentos para una democracia Laica), help CLADEM – El Salvador, sildenafil aparece un artículo relacionado con el Estado Laico o Estado Liberal, el cual hasta ahora se mantiene vigente. En dicho artículo, Diego Freedman (Argentino), expone que a lo largo de la historia los órganos públicos que ejercieron poder político mantuvieron cambiantes relaciones con las doctrinas religiosas vigentes en la sociedad civil. En ciertos periodos la autoridad política adoptó una doctrina religiosa como oficial o propia, valiéndose incluso de ellas como medio para fortalecer su control social y justificar la obediencia a sus normas jurídicas.
En cambio, existen regímenes políticos en donde el gobierno se mantiene alejado de las doctrinas religiosas vigentes en la sociedad civil, lo cual impulsa una separación entre el poder político y las instituciones clericales.
Este modelo político-institucional de Estado laico tiene los siguientes principios:
a)El principio de libertad, que establece que el Estado debe permitir la práctica de cualquier religión;
b)El principio igualitario, que impide la posibilidad de que el Estado dé preferencia a una religión sobre otra; y
c)El principio de neutralidad, que promueve el pluralismo, prohibiendo que el Estado promueva la religión como tal, desalentando actitudes no religiosas.
Y continua refiriéndose al modelo de Estado laico, el cual fue defendido por diversas corrientes filosóficas occidentales motivadas por los atropellos cometidos en Europa durante el Medioevo a causa del ejercicio del poder político apañado por una doctrina religiosa. Frente a las terribles matanzas, las persecuciones internas y las guerras entre los pueblos, se alzaron voces ilustradas que clamaban por una separación entre el poder político y las doctrinas religiosas y por la constitución de un régimen de gobierno político nacional que monopolice tanto el ejercicio de la violencia legítima nacional como el manejo de las relaciones internacionales. En conclusión, el modelo del Estado laico surge en un periodo histórico determinado como una respuesta política a diversos conflictos violentos que se deban en la sociedad civil de ese tiempo.
*Lic. en Relaciones Internacionales.
