Santiago Leiva
@Santileij
El himno nacional se cantó a todo pulmón y la Azul premió a su hinchada con un lienzo esperanzador sobre el césped del estadio Robert F. Kennedy, de Estados Unidos. Los pupilos de Eduardo Lara desnudaron a Honduras con un 2-2 que, al margen del resultado, merece el aplauso por el despliegue futbolístico de los cuscatlecos.
Inactiva desde hace meses, la Azul se bastó de unos cuantos ensayos para pintarle la cara a una Honduras que dejó en dudas su potencial con miras a la Eliminatoria Mundialista y la Copa Oro, que ya está a la vuelta de la equina.
La campeona Centroamericana se vio superada futbolísticamente por el representativo salvadoreño que, de ir perdiendo 0-2, acabó empatando 2-2 y pudo, incluso, tumbar a los catrachos que se bastaron de dos “yerros” puntuales para pegar primero y evitar el bochorno.
Al final, el encuentro dejó un rayito de esperanza de cara al futuro de la Azul, pero también sumó céntimos de crédito para Lara, quien probó piezas y supo leer el partido.
El estratega cafetero se amparó durante el primer acto a un 4-4-1-1 y, en la etapa de complemento, pasó a un 4-4-2, que lució más solvente y con mayor posesión de pelota.
Los cimientos de la Azul que vimos el sábado fueron siete piezas que estuvieron en la final del fútbol salvadoreño. La zaga, con Benji Villalobos de portero, la conformó en su totalidad la misma defensa que utilizó Santa Tecla para llegar a su tercer título: Bryan Tamacas por derecha, Iván Marcía y Roberto Domínguez en el centro y Juan Barahona por izquierda.
En la media cancha, Lara salió con Óscar Cerén por derecha, Dennis Pineda por izquierda y Raúl Renderos junto a Víctor García en la tómbola central. Gerson Mayén actuó como enganche y tuvo libertad para moverse detrás de Rodolfo Zelaya.
El experimento, aunque no dejó malas vibras, no cuajó ante un Honduras que fue un tanque de presión, asfixió en marca y eso le permitió llegar temprano al gol. Antes de los cinco minutos, la afición catracha ya festejaba un gol de Jairo Puerto.
La anotación llegó en un contraataque letal orquestado por Mario Martínez, después de una pelota perdida por Mayén en los linderos del área contraria.
El tempranero gol no minó la iniciativa salvadoreña, pero la marca pegajosa de los hondureños no permitía tener precisión en el traslado de pelota y, cuando hubo conexión entre la media y la delantera, apareció Donis Escober para atajar.
Al ‘19, Escober le rechazó un misil a “Fito” Zelaya y a la media hora le ahogó un nuevo intento al ariete cuscatleco que se mostró incisivo a lo largo del partido.
Dio la sensación de que El Salvador estaba cerca del empate; pero otro error, esta vez en los botines de Tamacas, les llevó al descanso perdiendo 2-0. El lateral tecleño erró un pase y la pelota quedó para Rony Martínez, quien justo al ‘45, logró el segundo gol.
El ajedrez
A la vuelta de las duchas, Lara movió tres piezas de una sola vez: Domínguez le dejó el puesto a Henry Romero, Barahona a Alex Larín y Efraín Burgos llegó en lugar de Renderos.
La llegada de Burgos supuso un cambio de sistema, él pasó a acompañar a “Fito” en ataque y Mayén retrocedió unos metros para dar salida y llevar los hilos de la Azul.
A partir de ahí, se vio otro juego. El Salvador aprovechó que Honduras bajó revoluciones y se posesionó de la pelota. El meta Luis López, quien había suplido a Escober, comenzó a tener trabajo. Primero atajó un cabezazo a Romero, luego lo probó García y después le atajó a Larín.
El gol, sin embargo, se presenta en situaciones insospechadas y el descuento llegó así: Pineda sacó un tiro centro, “Fito” hizo la pantalla y esto desubicó al portero, quien reaccionó cuando el balón ya estaba en el fondo de la red.
La diana llegó al ‘64 y, solo seis minutos más tarde, “Fito” celebraba el 2-2, después de rematar de cabeza un centro desde el corredor central.
Después del 2-2, Honduras intentó imprimir revoluciones, pero fue El Salvador quien estuvo más cerca del triunfo. Al ‘80, Burgos quemó los guantes de López, que evitó la derrota, pero no las dudas que recaerán sobre ellos.