La celebración del Día Internacional del Trabajo dejó importantes señales de entablar una estratégica alianza entre el Gobierno, hospital el partido FMLN y la clase trabajadora comprometida por un mejor futuro para el país.
Nos parece que ya eran necesarias las buenas señales, los buenos signos de que la clase trabajadora históricamente ligada a los movimientos revolucionarios, y por lo tanto, con los cambios estructurales de país, tuviera un acercamiento público.
Por un lado, el hecho de que la mayor central sindical del país, la Coordinadora Unitaria Social y Sindical (CUSS), con una plataforma de izquierda, invitara al mandatario Salvador Sánchez Cerén, a la celebración del Día del Trabajador, como uno de sus principales oradores, es a todas luces una buena señal de futuro entre las relaciones de la clase trabajadora y el Gobierno.
Lo mismo podemos decir, de la participación del Secretario General del FMLN, Medardo González, en el evento.
Hay que recordar que la fórmula presidencial y buena parte de los cuadros de este Gobierno, vienen con un caudal de lucha de calle, en las filas sindicales, y en el caso del Presidente y Vicepresidente de la República –Sánchez Cerén y Oscar Ortiz-, así como Medardo González, fueron de los máximos dirigentes de la lucha armada en el país. De ahí que el entendimiento entre el Gobierno, partido político y clase trabajadora organizada, debe traernos buenos augurios.
La clase trabajadora organizada de izquierda, debe abandonar, por principios revolucionarios, sus proyecciones economicistas, que tanto se ha criticado desde el análisis marxista, a cambio de metas y objetivos de nación.
Es decir, no negar las reivindicaciones sociales, si antes no se garantizan los estadios políticos e ideológicos para pensar en lo otro. Esto significa que mientras no contribuyamos a modificar las injustas estructuras que nos ha heredado el capitalismo, acrecentadas con el neo liberalismo, no hay reivindicación sindical que abarque las aspiraciones de la clase trabajadora.
Por eso nos parece correcto que la clase trabajadora comprometida con los cambios haya entregado una plataforma integral al Presidente Sánchez Cerén, pues tocan aspectos políticos, económicos y sociales. Y es que las plataformas economicista y mezquinas de algún sector de la clase trabajadora también hay que derrotarlas con propuestas como la que presentó ayer la CUSS.
La respuesta del Presidente Sánchez Cerén también es gratificante, en tanto que anunció que la plataforma de la clase trabajadora es el documento base de discusión “para llegar a acuerdos con el sector laboral, en el Consejo para Asuntos Laborales”.
Y es que si la derecha se desvela para lanzar cuanta campaña consensa para hacer fracasar o instigar al Gobierno, como las resoluciones de cuatro magistrados de la Sala de lo Constitucional, la respuesta es la unidad. La unidad de la clase trabajadora, el pueblo con el Gobierno y con el FMLN.