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Un Recorrido por la Educación Salvadoreña

Edith Esmeralda  Alas Luque

El abordaje de este  tema lleva la intención de indagar. ¿Cuál ha sido  el papel de la educación en El Salvador a través de la historia?; ¿cuáles  han sido los problemas que el sistema educativo ha presentado?; ¿cómo debe construirse un modelo de educación popular que integre las epistemologías del sur como garantía para  la seguridad   rural? Aclarando que la seguridad se retoma desde un enfoque holístico, que asegure el derecho a la educación, a la integridad física, a la calidad educativa, a la diversidad y valores interculturales.

Para responder a la primera interrogante, sobre cuál ha sido el papel de la educación en El Salvador a través de la historia, se han revisado los diarios oficiales de los años 1847 y  1848, reconociendo en ellos que la educación se desarrollaba sin disponer de una instancia exclusiva para administrarla y que a pesar de reconocer su  importancia en el progreso del país, no era un rubro prioritario en la inversión.

Cabe destacar que en los diarios de esa época se identifica el problema de no encontrar  maestros capacitados; atribuyendo esa dificultad a los salarios  “miserables” asignados a los profesores. Sin embargo, a pesar del problema mencionado, se encontraban adelantos en muchas escuelas, expresando que  se podrían encontrar aún mayores resultados: “si la renta del tajo se destina exclusivamente al pago de buenos maestros”. Aparece desde esa época el porcentaje de inversión insuficiente para enfrentar las necesidades educativas en la región.

Además, se hacen visibles  algunos problemas del sistema educativo, entre los cuales están: no disponer de profesores con capacidad para desarrollar instrucción, una pobre valoración del ejercicio docente y miserable asignación salarial; aunque por  otra parte se  observa un  reconocimiento casi apostólico de la función docente que promueven: la expectativa de que el profesor y/o preceptor sea el responsable de resolver los problemas encontrados en el desempeño, y  que en esa época les condicionaba a convertirse en benefactores indirectos por sus inducidas cualidades de apóstol y su entrega total a sus estudiantes.

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