César Ramírez
@caralvasalvador
El teatro del testigo criterioso, en realidad la palabra “criteriado” no existe, acaso será una particularidad del modelo de jurisprudencia, como muchas otras aplicadas en la jerga judicial.
Los elementos argüidos en descargo del involucramiento de dinero para el proceso electoral por ARENA, tiene una evidente manipulación ideológica por los medios de comunicación de derecha, cuando la prueba más convincente es un video, con reparto de instituciones en caso de ganar las elecciones presidenciales, es tal el desprecio al evento electoral que la sagrada consigna “tu arma, el voto”, suena ridícula y provoca risa en lugar de credibilidad, debido a que sus abanderados estaban presentes en esa reunión con pandillas-terroristas repartiendo cargos entre ellos el Ministerio de Defensa, Seguridad, etc., a lo mejor se mencionó la amnistía general por decreto presidencial pero el video no muestra todo. Desde esa fecha un diputado de ARENA no ha sido procesado ni demandado, por la violación constitucional contemplada en el artículo 75 “Los derechos de ciudadanía se suspenden por las causas siguientes inc. 3º. Los que compren o vendan votos en las elecciones…”
La duda de un “testigo en la tregua” no es coherente, ni sólida para credibilidad, ni para la demanda legal de la comunidad jurídica de la nación, no tiene el talante para el juicio de la historia. Me recuerda incluso frases de César Vallejo “… puso al inocente camarada de presa al filo homicida” “y al buen trabajador le toca por equívoco la puñalada mortal…” y veamos los motivos por los cuales un testigo de esa naturaleza no puede ser considerado creíble: ¿ese testigo dice la verdad? ¿existen las pruebas? Puesto que la famosa acusación de cantidades fabulosas entregadas por un partido político u otro parece superar la ciencia ficción ¿es fácil entregar esas cantidades de dinero a un delincuente? ¿qué compran, ni más ni menos que un grupo terrorista a su favor?… es muy ingenuo pensar de esa manera.
Hace algunos años tres terroristas fueron acusados de asesinar a dos estudiantes de enfermería, la Fiscalía carecía de pruebas, en ese caso se recurrió al testigo con “criterio de oportunidad”, al final del juicio, el sujeto afirmó no recordar “nada”, sus compinches fueron liberados por falta de evidencias, mientras el delincuente fue condenado a 5 años por falso testimonio; se refiere que estos sujetos se ponen de acuerdo, uno de ellos será el chivo expiatorio logrando entonces sus objetivos criminales.
Un procedimiento jurídico sin base firme, sin indicios o pruebas contundentes, tendrá un resultado predecible, al igual que la manipulación mediática que están pensando en votos del 2018, pero no en el ejercicio de la justicia nacional.
De existir pruebas, documentos, evidencias, testigos legítimos etc., entonces los tribunales son el instrumento adecuado para dirimir la inocencia o culpabilidad de los actores políticos, de otra forma todo este escenario es “una realidad alternativa” en otras palabras es paja.
La ciudadanía percibe esta situación, con un guión diseñado a persuadir a la opinión pública en negativo, todo acá es una catástrofe, un apocalipsis, no existe esperanza alguna, no hay verdad todas son mentiras… así mienten, mienten, mienten con un coro de epígonos que repiten sus cancioncitas fatalistas… pero el ciudadano de a pie sabe quiénes son los terroristas, afirmando como César Vallejo: “Yo poseo la verdad de su conducta… Este hombre es delincuente… es también un asesino…”.
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