Madrid/España/AFP
Página en blanco en la ‘Casa Blanca’. Regresado al Real Madrid con poderes ampliados, Zinédine Zidane vuelve a partir de cero el sábado en Vigo en el primer partido de la Liga española. Pretemporada preocupante, estrellas problemáticas… El segundo mandato del técnico francés se anuncia lleno de obstáculos.
Cuando aceptó volver al banco del Real Madrid, el pasado 11 de marzo, ‘Zizou’ reconoció que asumía «un desafío más grande» que durante su primer mandato (2016-2018).
En 2016, Zidane tomó las riendas de un equipo con la temporada empezada y que se había proclamado campeón de Europa un año y medio antes, cuando él era adjunto de Carlo Ancelotti. En los mercados de fichajes siguientes hizo muy pocos retoques en la plantilla, confiando absolutamente en sus veteranos y con gran éxito: 9 títulos de 13 posibles, incluidas 3 Ligas de Campeones.
Pero esta vez la misión es mucho más amplia: Zidane está a cargo de reconstruir un equipo en fin de ciclo. Y, a cambio de su regreso, recibió los medios para sus ambiciones.
En un club donde el presidente, Florentino Pérez, y el director general, José Angel Sánchez, tienen la última palabra sobre los fichajes, la voz de ‘ZZ’ ha sido escuchada, señal de una mayor influencia.
– Al frente de la parcela deportiva –
¿Que Zidane reclamaba «más fuerza» en ataque? El francés recibió las incorporaciones de Eden Hazard (por más de 100 millones de euros) y de Luka Jovic (60 millones de euros) para acompañar a Karim Benzema, único atacante que dio satisfacciones la temporada pasada.
¿Que Zidane decía tener «claros» los perfiles para el ‘mercato’? Sus dirigentes gastaron en total más de 300 millones de euros e intentaron en vano estas últimas semanas reclutar al centrocampista francés Paul Pogba (Manchester United), elogiado públicamente por el técnico ‘merengue’: «Es un jugador diferente, capaz de hacerlo todo».
Con un contrato que termina en 2022, ‘ZZ’ ha vuelto para estar al frente de la parcela deportiva del Real Madrid, donde también incorporó al preparador físico francés Grégory Dupont, que ganó el Mundial-2018 con la selección francesa.
A los mandos en los 11 últimos partidos de la pasada campaña, de marzo a mayo, Zidane ha tenido tiempo suficiente para pasar revista a su plantilla y analizar las carencias del equipo, que terminó la temporada en caída libre (3º en Liga, eliminaciones tempranas en Copa del Rey y ‘Champions’).
Y ha cortado por lo sano: no cuenta con el colombiano James Rodríguez ni con el galés Gareth Bale. Dos estrellas que, sin embargo, todavía no han encontrado salida para gran pesar del técnico, que llegó a declarar que la venta de Bale sería «lo mejor para todo el mundo».
– Rompecabezas –
Esos dos rompecabezas han acompañado al Madrid toda la pretemporada, para nada tranquilizadora: 18 goles encajados en 7 partidos, incluido un humillante 7-3 contra el Atlético en un derbi amistoso a finales de julio.
Todo ello revive algunos fantasmas de la temporada pasada, como la persistente fragilidad defensiva y la creatividad limitada. Reaccionando, Zidane cambió su sistema, disponiendo una defensa de tres (3-5-2) para consolidar sus alas, especialmente a la espalda del lateral brasileño Marcelo.
«Vamos a solucionarlo, a trabajar», prometió Zidane tras una victoria por 5-3 contra el Fenerbahçe. «Sé que lo vamos a sacar adelante, vamos a hacer una temporada muy buena», añadió el francés.
Frente al Barça y al Atlético, que han gastado mucho en refuerzos, la prioridad número 1 de Zidane es reconquistar la Liga, competición que los blancos solo han ganado 1 vez en los últimos 7 años (en 2017, con el galo).
Es la hora de la verdad: protegido mucho tiempo por su aura de ícono del fútbol, ‘ZZ’ no dispondrá en esta ocasión de un estado de gracia. Y será juzgado por sus elecciones y sus resultados. El precio a pagar por el poder.