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Varias organizaciones sociales pertenecientes a la Alianza Social por la Gobernabilidad y la Justicia (ASGOJU), por iniciativa propia y por ende ciudadana, han lanzado la campaña “ARENA, devolvé lo robado”.
Decimos que es oportuna porque, por un lado, la derecha política, empresarial (ANEP) y mediática ha hecho creer a la ciudadanía que uno de los problemas más denigrantes en este país, en el actual Gobierno, es la corrupción.
Así lo revelan las encuestas, pero en realidad ni en este Gobierno ni en el anterior ha habido un tan solo caso judicializado por actos de corrupción. No pueden acusar al Gobierno del Presidente Salvador Sánchez Cerén de corrupción.
Por cierto, la derecha, ante la imposibilidad de presentar a la Fiscalía acusaciones concretas contra actuales funcionarios del Ejecutivo, han utilizado otras descalificaciones como “el despilfarro”. Pero ni lo uno ni lo otro. Este Gobierno, por ejemplo, ha pecado hasta de demasiado austero. La austeridad es importante, pero no debe llevarse al extremo pues al final afecta en el quehacer público.
Y los supuestos casos de corrupción que se han destacado mediáticamente como el del expresidente Mauricio Funes, la Fiscalía no ha logrado presentar la más mínima prueba de corrupción. El expresidente Funes ha presentado las pruebas de descargo, que ni la Fiscalía ni la autoridad judicial ha aceptado, pese a que peritos financieros dieron fe que el exmandatario no se enriqueció en los cinco años que estuvo al frente de la Presidencia de la República.
Más bien los ataques contra Funes fueron en respuesta al destape que este hizo de la corrupción en los Gobiernos de ARENA. En primer lugar, los diez millones donados por la República de China (Taiwán) para los damnificados de los terremotos de 2001, y que fueron a parar a las arcas del partido ARENA, como lo reconoció el expresidente de la República Alfredo Cristiani y el expresidente del COENA Jorge Velado.
ASGOJU nos recuerda en su campaña otros actos de corrupción en Gobiernos de ARENA como: los $30 millones del Hospital de La Mujer, los $38.5 millones del FECEPE, los $60 millones del boulevard Monseñor Romero y los $2 mil millones de CEL-ENEL.
Es decir, si en esta campaña hay que abanderar el tema de la corrupción, debe hacerse a partir de hechos concretos, y más si son judicializados, como los arriba apuntados por ASGOJU.
Y dado que algunos de los reelegibles en ARENA son conocedores de la corrupción en sus distintos gobiernos, es oportuna la campaña de las organizaciones sociales, y lo menos que puede pedírsele a ARENA es que “devuelvan lo robado”.
