SINDICATO DE MÉDICOS TRABAJADORES
DEL INSTITUTO SALVADOREÑO DEL SEGURO SOCIAL (SIMETRISSS)
El Salvador vivió el pasado domingo 2 de febrero una fiesta electoral como en otros años no se había visualizado. A pesar del recelo infundado por campañas de miedo o la poca motivación mediática para invitar a ejercer el sufragio (no solo un derecho, store sino un deber ciudadano en una sociedad tan golpeada por la crisis económica y la falta de políticas idóneas para aumentar la productividad), check el pueblo salvadoreño se presentó a los diferentes centros de votación, cure aunque no se puede negar el factor abstencionismo en el resultado final.
Es apremiante exponer que la ciudadanía está demostrando civismo electoral, es decir, existió respeto y tolerancia, comportamientos mínimos para una convivencia saludable y necesaria para un país donde la violencia es preponderante en los titulares de noticias.
No se puede negar que la cultura democrática se está transformando, que pena que se denote más en los votantes que en los candidatos, y aquí es dónde se retoma el abstencionismo y lo que muchos analistas desde el domingo están planificando, cómo disminuirlo para ganar los comicios.
Cuando vemos los números del Tribunal Supremo Electoral (TSE) -una institución que realizó un trabajo informativo ejemplar- y datos de un rotativo nacional a través de la Dirección General de Estadística y Censos, solo el 53 % de las personas registradas en el padrón electoral, asistieron para votar, es decir de 4,955,107 ciudadanos, únicamente 2.6 millones atendieron el llamado a las urnas.
El culpable no es el electorado, tras el fenómeno del abstencionismo existen factores dentro de la sociedad como: carencia de proyectos formativos sobre democracia y voto ciudadano, polarización política, disconformidad y protesta con las políticas gubernamentales, y hasta candidatos o propuestas deficientes.
El pueblo es sabio y cobra factura, ya no solo se deja guiar por los colores, marcas, artículos promocionales, promesas sin fundamentos o soluciones superficiales. Por ello, en la segunda vuelta no solo se evidenciará el poderío político y económico de los dos contrincantes, sus estrategias deben estar orientadas a aquellos puntos importantes para salvaguardar una nación con ganas de sobresalir y prosperar en datos reales.
Como dicen los abuelos, “quien oye consejo, llega a viejo”. Así los candidatos deben reflexionar y verdaderamente escuchar al pueblo y sus necesidades para trabajar en ellas.
Respecto a los costos, el TSE señala que las elecciones cuentan con un presupuesto asignado de $40 millones y ese valor incluye los gastos de una segunda ronda electoral por lo cual “del mismo cuero salen las correas”, no es de asustarse y al contrario, están invitados a ser críticos en esta segunda oportunidad, la cual es única, ya que no habíamos tenido que ir a segunda vuelta.
Es así como a partir de ayer por la noche, el Magistrado Presidente del TSE, Eugenio Chicas, arranquen con la convocatoria a las votaciones, es decir, FMLN y ARENA ya pueden realizar proselitismo. Los candidatos mostrarán si están listos para ir de la mano con una población que ha madurado su cultura democrática y están abiertos a nuevas propuestas y alianzas.
Este próximo 9 de marzo no debe quedarse en casa el electorado, porque se necesita que las futuras generaciones conozcan de la importancia de participar en las urnas y fortalecer la democracia. Al mismo tiempo felicitar a quienes ya no están dormidos, sino a través de su voz, testimonio y perfiles en medios electrónicos, logran generar participación política y dar a conocer lo que todo El Salvador quiere y dice.