Rosario Rivas
@Diario Co Latino
Los asesinatos en el callejón Estevez, colonia Las Flores, en Chalchuapa, Santa Ana se detuvieron gracias a una joven que fue víctima del expolicía Hugo Ernesto Osorio Chávez y quien habría dado la voz de alerta al escaparse y pedir ayuda, pero lamentablemente fue atrapada nuevamente.
La joven identificada como Cristina Palomo Lima no logró sobrevivir a su atacante, pero si pudo llamar la atención esa noche de los vecinos que alertaron a la PNC, que al llegar a la casa de Osorio encontraron cuatro cuerpos, dos mujeres, dos hombres y otros cuerpos en una fosa séptica.
Osorio, quien para los vecinos era un hombre amable, que no se metía con nadie y hasta parecía buena persona, cargaba sobre sus espaldas una condena de 5 años en la prisión por estupro violación en una menor incapaz.
Cuando la policía llegó a la casa del ex policía lo encontró lleno de sangre y confesó haber asesinado a las mujeres.
Sobre este hecho las autoridades han sancionado al criminalista Israel Ticas, quien informó que habían más de 8 cadáveres en el lugar. En las redes sociales, hay muchos pronunciamientos a favor del especialista.
Es de destacar que Osorio, quien enfrenta cargos de feminicidio de Cristina y su madre, ha pasado a ser testigo criteriado contra los otros capturados, acusados de 9 asesinatos y donde presuntamente el ex policía “solo lanzó los cadáveres al pozo”.
Otro dato importante sobre este hecho es que a diario, desde que se conoció la noticia de las muertes, llegan personas de la zona, Santa Ana, Sonsonate, y otros lugares que han denunciado el desaparecimiento de sus seres queridos en busca de respuestas, con la esperanza que alguno de los cuerpos enterrados en el lugar pueda ser su familiar.
El gobierno, en las voces de las autoridades de seguridad han dicho que los desaparecimientos son falsos, y que quienes hablan de este flagelo es para “desvirtuar la efectividad el Plan Control Territorial”, programa insigne del Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Osorio logró engañar a muchas mujeres, a quienes les prometía trabajo a través de las redes sociales. Para Max Muñóz, Jefe de la Unidad Antipandillas y Casos de Homicidios, el patrón de los asesinatos es de carácter “misógino”, por los antecedentes de violencia sexual previa.