Madrid / AFP
Una empresa de seguridad española, que está siendo investigada por la justicia, habría espiado a Julian Assange a cuenta de Estados Unidos cuando vivía en la embajada de Ecuador de Londres, afirmó este viernes el diario El País.
Los empleados de Undercover Global S.L., encargada de garantizar la seguridad de la embajada ecuatoriana cuando el fundador de Wikileaks residía allí como refugiado, enviaban informes sobre sus actividades a la CIA, sostiene el rotativo.
Un juez de la Audiencia Nacional española está investigando el caso, indicó uno de los abogados de Assange.
La AFP contactó con el tribunal, pero éste declinó hacer comentarios.
«Hay una causa penal abierta en la Audiencia Nacional pero sigue en secreto la investigación […] y no podemos hacer declaraciones sobre lo que se está investigado más allá de lo que se ha filtrado» a la prensa, declaró a la AFP Aitor Martínez, que representa al fundador de Wikileaks.
El material «habrá sido filtrado por trabajadores de la empresa, me imagino», apuntó el abogado.
Según El País, Undercover Global instaló micrófonos en los extintores de la legación diplomática y en los baños de señoras, donde los abogados de Assange se reunían por temor a ser espiados.
«¡Terrible! UC Global, empresa de seguridad española que trabajaba con ECUADOR y daba seguridad a la embajada en Londres, estaba vendida a la CIA», reaccionó el expresidente ecuatoriano Rafael Correa en Twitter.
La empresa también habría instalado un sistema para que Estados Unidos pudiera seguir todas las grabaciones en directo.
Según El País, Estados Unidos fue informado así, en diciembre de 2017, de una reunión que mantuvo Assange con el jefe de los servicios secretos ecuatorianos para organizar su traslado a otro país utilizando un pasaporte diplomático.
El exmandatario Correa, quien concedió el asilo al activista australiano en 2012, dijo que esa empresa le «dio seguridad los dos primeros años después de la Presidencia». «También me ha espiado a mí y a mi familia».
Los abogados de Assange presentaron a finales de abril una denuncia contra un grupo de españoles a los que acusaron de haber chantajeado al activista con videos y documentos obtenidos durante su estancia en la embajada.
En 2012, el australiano de 48 años, contra quien Suecia había abierto diligencias por presunta violación -un caso que fue archivado después-, se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia y a Estados Unidos, por la publicación de unos documentos secretos estadounidenses en su portal de internet.
Tras haber pasado siete años en la embajada ecuatoriana, Assange fue expulsado por la policía británica en abril con la autorización de Ecuador, que ahora tiene como presidente a Lenín Moreno, exiliado y hoy enemigo de Correa.
A principios de mayo, fue condenado por un tribunal londinense a 50 semanas de prisión por violar la libertad condicional.