En su primera gira por una base militar, and en el oriente del país, el Presidente Salvador Sánchez Cerén, exhortó a la institución castrense a “permanecer incorruptibles”, ante las amenazas del crimen organizado.
Es de muchos conocido que algunos malos elementos de la institución armada, no solo han colaborado con el crimen organizado, sino que pertenecen a él.
Por ejemplo, hace más de dos años y medio las autoridades descubrieron que un lote de granadas de mano, que debieron ser destruidas, fueron escondidas y luego puestas a la venta, bien para las pandillas, o bien para uno de los carteles de la droga que operan en México.
Luego, en la jurisdicción de Opico, fueron encontradas varias decenas de morteros de cañón, en una vivienda rural, presumiblemente, también para los carteles de la droga.
Lo más reciente ha sido el decomiso de fusiles de uso privativo de la Fuerza Armada en poder de pandilleros y lo más escandaloso quizá sea la desaparición de tres ametralladores M-60, de los inventarios del ejército.
Es decir, hay suficientes indicios para sospechar que las estructuras del crimen organizado, llámese pandillas o carteles, hallan tocado a algunos miembros de la institución castrense, como lo han hecho en otras instituciones, entre estas, la Policía, Fiscalía y el Sistema Judicial.
Esa realidad, debe llevar al país a ponerse en alerta, como lo hemos sugerido en otras oportunidades en este mismo espacio, y, en este sentido, el llamado del Presidente Sánchez Cerén a la Fuerza Armada, a que “mantengamos un alto estatus moral e incentivarles a que permanezcamos incorruptibles. Seamos rigurosos en el control y la vigilancia dentro de las filas en las diferentes áreas de trabajo de los destacamentos militares correspondientes”. Es más que oportuno.
Y es que como bien reconoce el mandatario: “El crimen organizado y las pandillas acechan a esta noble institución por el valor que tiene para el Estado. También hay élites de poder interesados en manipular, incidir y hasta controlar a la Fuerza Armada para sus espúreos intereses”.
No dudamos que el Gobierno con el Presidente Sánchez Cerén a la cabeza, en su calidad de Comandante General de la Fuerza Armada, y el alto mando militar, pondrán todo su empeño para evitar que malos elementos penetren a la institución armada, para corromperla institucionalmente hablando.
Así como en la Policía Nacional Civil (PNC), las instituciones permanentes como la Inspectoría General que vigila el accionar del y la agente, lo mismo debe hacerse en la institución castrense para apartar a los malos elementos.
No dudamos que tanto en la Fuerza Armada como en la PNC, las depuraciones continuarán a la orden del día, así como el perfeccionamiento de los organismos y herramientas de control.