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Una explicación desde la anatomía humana

Dr. Fredy Rosales Meyer
Médico Pediatra, Neonatólogo.

*ANATOMÍA DE LA ALIMENTACIÓN

Cuando se viaja en automóvil ¿ha notado que uno se pone sordo? Nos tapamos la nariz y no se escucha bien lo que se habla o se platica al interior del auto. Tampoco se escucha bien el sonido del motor ni otros sonidos externos al vehículo en que nos movemos. Al tapar la nariz y abrir la boca ampliamente como en un bostezo o al tragar saliva o toser, uno siente que los oídos se “destapan” e inmediatamente mejora la audición. Pues ese acto en sí se debe a que la presión atmosférica del oído externo se ha igualado con la presión atmosférica existente en el oído medio. De este modo nos damos cuenta de que existe una comunicación entre la garganta y el oído medio, aunque no conozcamos donde se encuentra. Ver Fig #60.

Una explicación desde la anatomía humana

Un niño que viaja en un vehículo sufre el mismo problema con la diferencia de que no sabe ejecutar la misma maniobra para destapar los oídos. La presión ejercida por el aire sobre la membrana timpánica o tímpano, y el bamboleo del vehículo tiende a hacerlo vomitar; esta tendencia a vomitar es más manifiesta si hay de base una infección crónica en el oído medio o si sufre de vértigo o mareo por una infección crónica que se ha profundizado hasta afectar el oído interno (vestibulitis). Ver Fig. #59.

Por lo que surge una recomendación muy importante: Debe evitarse alimentar a un bebé cuando se viaja en un vehículo. ¿Cuándo se debe de hacer? Debe de hacerse cuando el vehículo para o se detiene, sí es transporte público; y si es transporte privado busque un área, al lado del camino, se aparca y muy tranquilamente se alimenta al bebé. Es recomendado si viaja no sobrealimentar al bebé, sino que darle porciones pequeñas y frecuentes si el viaje es largo. Es mejor que viaje con el estómago medio lleno o medio vacío para disminuir así el chance de que vomite todo. No se puede comer acostado, ni de lado, ni dormido, ni caminando, ni viajando. Repito no se debe de comer cuando se viaja en vehículos y se reciben ráfagas de viento o de aire. El riesgo de que los alimentos, al vomitar se introduzcan a los oídos por la trompa de Eustaquio o que se expulsen por la nariz o se aspiren hacia los pulmones es muy alto, y lo único que le queda es evitar que suceda.

Luego que los alimentos han pasado impulsados por la contracción de los músculos del cuello o garganta por la faringe, continúan su camino pasando al siguiente segmento que es la hipofaringe. Ver Fig. #61

En ese lugar la válvula epiglótica o epiglotis, que sella la entrada a la tráquea, debe de encontrarse cerrada al pasar el bolo alimenticio. Si la válvula epiglótica, al pasar los alimentos, no se encuentra bien cerrada, el bolo alimenticio puede seguir el camino equivocado hacia la tráquea y luego hacia los pulmones. Ver Fig. # 62

Es muy importante hacer notar y llamar la atención de que nosotros como adultos sufrimos pequeños accidentes por falta de coordinación, entre la respiración y la alimentación al comer distraídos, de modo que cuando ingerimos algún líquido o sólido puede ocurrir que se nos va hacia el lado equivocado y nos escapamos a ahogar. Agua, saliva, granos de arroz y otros, con frecuencia nos escapan a ahogar. Ahora yo afirmo: sí un adulto sufre de estos accidentes ¿qué puede pasar con un bebé que no ha madurado y que no coordina bien sus reflejos, que es alimentado como no se debe y que la madre se descuida o no está presente, como ocurre cuando se pone al bebé a que se tome su biberón solo y acostado? Sí todo va bien y la válvula epiglótica se encuentra cerrada durante la deglución o el tragado como le dicen, el bolo de alimento, sólido o líquido, pasa a la siguiente porción del tubo digestivo que corresponde al esófago, el cual es un tubo que usualmente se encuentra con sus paredes pegadas o colapsadas, como una vejiga sin inflar, y que se despegan para permitir pasar el alimento hasta el estómago. Antes de entrar al estómago el alimento pasa por el cardias que es una válvula que se encuentra entre la porción final del esófago, y conecta a este con el estómago, y no permite hasta cierto grado, que los alimentos regresen hacia la boca.

Zoología comparada. Los monos antropoides

Para tener un panorama más amplio sobre el tema que se está exponiendo, vamos a hacer uso de otra rama de las ciencias biológicas que es la Zoología Comparada con el objetivo de comparar y extrapolar hacia los Seres Humanos la conducta de animales mamíferos, o sea de aquellos animales que se alimentan amamantándose de la madre.

Podemos y debemos comparar la conducta de otros animales por la forma de alimentarse para observar y comprobar, que la naturaleza ha designado a cada especie de los animales mamíferos su propia forma, actitud o posición para alimentar a su descendencia, logrando así mantener la buena salud de sus hijos y obteniendo también la supervivencia y permanencia de su especie sobre la superficie de la Tierra.

Quiero proponer lo siguiente: pongamos atención en los animales mamíferos, de especie diferente a la especie humana. Si violaran las leyes que la naturaleza les otorga e impone a la hora de alimentar a sus hijos ya no existirían descendientes de esa especie, se extinguirían por no alimentarse obedientes al mandato natural y enfermarían con tanta frecuencia que morirían por lo mismo que los seres humanos: enfermedades comunes prevenibles. Podemos observar y comprobar que los animales enferman con mucha menor frecuencia que los niños y adultos de la raza humana.

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