Una luz en el canal

Santiago Leiva
@DiarioCoLatino

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 aún quedan a distancia, pero la esperanza sigue intacta. La selección sub 23 de El Salvador empató anoche 1-1 ante su similar de Panamá en el partido de ida y deberá jugar su boleto al Preolímpico de CONCACAF en la vuelta programada el domingo en el estadio Cuscatlán.

La escuadra juvenil tuvo borroso primer tiempo, pero cambió la actitud en el complemento y logró al menos arañar el empate en suelo canalero.

Las malas noticias para la azul llegaron antes del cuarto de hora y se acrecentaron a escasos dos minutos de la media hora.

Al minuto 12, el líder y capitán, Roberto Carlos Domínguez, dejaba el césped del Rommel Fernández por lesión  y, al 28´,  Juan Tejada abría la lata en favor de los canaleros.

La imagen de Domínguez tumbado en el suelo y la del meta Mario González vencido por Juan Tejada en el primero gol eran un fiel reflejo de la realidad: en media hora, los pupilos Julio Dely Valdés habían sido superiores y vencían con justicia a una azul y blanco sin luces, sin ideas y apática con el balón en los pies.

Tan poco ofreció en ofensiva el equipo de Memo Rivera que el portero Samuel Baptista apenas y tocó la pelota a lo largo del primer acto.

Y es que durante los primeros 45 minutos la selecta Sub-23 ofreció un concierto de pases errados e intentó ofender con pelotazos estériles.

Walter Chigüila, que era el encargado de dar salida, era asfixiado por la marca de los panameños y sin escape por el centro ni por los laterales Josué Rivera y Fernando Castillo lucían huérfanos en ataque.

De ahí que, a la bajada del telón para el descanso, no fue raro que los canaleros con un fútbol más práctico y mayor posesión de balón se fueran arriba en el marcador.

A la vuelta de los camerinos, El Salvador, anoche de blanco, entró con otro libreto, ya que salió decidido a demostrar que también tiene fútbol y su osadía les premió en las primeras de cambio.

Al 48´, Kevin Reyes desbordó por derecha y centró con tan buena fortuna que Jiovanny Ramos metió literalmente la pata y terminó empujando la pelota al fondo de su propia portería.

La anotación inyectó cafeína al cuadro cuscatleco, pero con el paso del tiempo pasó el efecto, retrocedió línea, cedió la iniciativa al local y se dedicó más a defender el resultado que hacer su fútbol y buscar el triunfo.

Con la pelota en su favor, Panamá apedreó la cabaña de González, pero les faltó más oficio y puntería.

La llegada de mayor peligro la generó un misil de Adalberto Carrasquilla que pasó apenas desviado sobre los 63 minutos.

Al final, más que un racimo de jugadores acalambrados, el partido reflejó un empate de 1-1 y el pase al Preolímpico tendrá que esperar hasta el domingo, cuando estos dos contendientes se enfrenten en el partido de vuelta sobre la grama del estadio Cuscatlán.