Rolando Alvarenga
@Bachiboxx55
Hay momentos en la vida en que el amor de una madre es determinante y vital. Uno de esos instantes es cuando un atleta está combatiendo en el tatami de competencia y, al recordar el apoyo y aprecio de su madre, saca la casta y termina imponiéndose.
Tal es el caso de las hermanas Izaguirre: Gabriella Rosmery (15 años), Estefany Rachell (13 años) y Daphne Giselle (6 años), quienes practican Karate Do y son apoyadas en cada competencia por su madre Alba Luz Galdámez de Izaguirre.
“Para nosotras, nuestra madre es un pilar fundamental y muy importante. Gracias a su apoyo incondicional, porque nunca nos deja solas, hemos logrado mucho en poco tiempo”, dijo Gabriella Izaguirre, a nombre del trío de karatecas.
Y no es para menos, Gabriella es una karateca consagrada a nivel juvenil y una promesa en firme para el karate do salvadoreño. Y mucho de ello se lo debe a su madre, quien le ha presionado para que se tome en serio la práctica del karate do.
“Siempre nos está transmitiendo esa cuota extra de positivismo en toda circunstancia. Es la mejor madre que Dios nos pudo haber dado y sean para ella nuestra gratitud y bendiciones”, agregó la destacada karateca juvenil.
Palabras de una madre
Por su parte, Alba Luz manifiesta que sus tres hijas son la máxima bendición que Dios le ha dado y que tiene sólidas esperanzas que deportiva y académicamente llegarán lejos, porque “son niñas de mucha disciplina y responsabilidad”.
Sobre el inicio de sus hijas en el deporte cuenta que Gabriella y Estefany probaron suerte, primero en ballet y natación, pero se convencieron que su destino era practicar karate y no fallaron.
Por ejemplo, Gabriella ganó tres oros en los CODICADER 2015, se consagró campeona en kumite a nivel centroamericano y del Caribe ese mismo año, y cerró el 2015 obteniendo el reconocimiento de “Atleta Salvadoreña Destacada” por parte de la Asamblea Legislativa.
Y eso no es todo, gracias a sus tres medallas en los CODICADER, el INDES le regaló a Gabriela un viaje a Corea del Sur, en donde practicó una semana patinaje sobre hielo y participó en un torneo de exhibición quedando en el segundo lugar.
“En pocos años me han dado grandes satisfacciones y no me cabe duda que nos las seguirán dando a la familia y a la patria”, dijo orgullosa la progenitora.
Sobre sus otros dos retoños, Galdámez de Izaguirre, quien practicó fisicoculturismo, cuenta que Estefany está siguiendo con buen suceso los pasos de Gabriella y Daphne se ha inclinado por practicar únicamente katas.
“Para nosotros, con mi esposo, son lo máximo en la vida y siempre las estamos apoyando a partir de los valores cristianos, llevando a la par el estudio y el deporte, pero tienen que dar su máximo esfuerzo porque a la hora de las peleas, solo Dios con ellas”, finaliza la madre de las karatecas.