Aberdeen / AFP
Tres personas murieron y otras tres resultaron heridas el jueves en un tiroteo al norte de la ciudad de Baltimore, en el este de Estados Unidos, un ataque perpetrado por una mujer que se suicidó.
Jeff Gahler, el alguacil del condado de Harford, indicó a la prensa que la sospechosa, que era una empleada temporal del depósito donde ocurrió el incidente, murió tras dispararse en la cabeza.
El incidente se produjo hacia las 9:00 de la mañana, hora local, en un centro de distribución de la cadena de farmacias Rite Aid.
«No tenemos una motivación para este crimen sin sentido», dijo Gahler, que descartó en un principio la pista «terrorista».
La autoridad policial dijo que se esperaba que los heridos sobrevivieran.
Los tiroteos mortales son comunes en Estados Unidos, donde el derecho a portar armas está protegido por la Constitución.
Cada año, unas 30.000 personas mueren a causa de las armas de fuego, de los cuales un tercio son homicidios, según los datos de la organización Everytown for Gun Safety, un grupo sin fines de lucro que promueve el control de armas.
Pero las mujeres atacantes representan menos del 5% del total de los casos. Hace cinco meses, una activista por los derechos de los animales nacida en Irán mató a tiros a tres personas antes de suicidarse en la sede de YouTube en California.
El país está profundamente dividido sobre el derecho a portar armas, que está garantizado por la constitución desde 1791.
Después de un tiroteo en una escuela secundaria en Parkland, en Florida, en febrero de 2018, los alumnos de este establecimiento lanzaron un movimiento de masas para exigir reformas, pero estas demandas siguen sin avanzar en el legislativo.
En tanto, el 1 de octubre de 2018, se cumple el primer aniversario del tiroteo más mortífero de la historia reciente del país, una matanza en la que murieron 58 personas.