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Una Navidad del primer mundo

Nelson López*
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Nada que ver con París, ni con Venecia, es una que se vive aquí ¡sí, en El Salvador! Según la máxima autoridad edilicia de esa localidad, Santa Tecla es una ciudad de primer mundo ¡les guste o no les guste! ¡Desde hace unos tres años! Y nadie lo puede negar porque el despliegue militar, con armas de guerra, de sus tropas para enfrentar a vendedores tirapiedras, no es para menos y he ahí el porqué es de primer mundo.

Además, como toda ciudad de primer mundo, cobra elevados impuestos a todos sus ciudadanos de tercer mundo porque la mayoría tiene salarios de 300 dólares y con eso sufragan la gran videovigilancia, por la que nunca se había cobrado ni cinco centavos pero que ahora alteró las cifras de los recibos municipales, que se pagan con el servicio de energía eléctrica.

Por supuesto, como toda ciudad de primer mundo, sus calles y avenidas son de primera y ningún conductor puede negarlo, ni de buses, microbuses, tráilers, camiones, pick-ups y carritos casi clásicos o del año, porque bien saben que para circular por esa linda ciudad deben manejar en primera velocidad, si no poncha las llantas, quiebra las esferas, se le disparan las flechas, se le explotan los amortiguadores en cada bache que se va por manejar en segunda.

Y no se diga sus promontorios de basura que por puro emprendedurismo ahora lucen por toda la ciudad de primer mundo dándole un toque mágico navideño con las pirámides, que se elevan majestuosas como hermosos pinos de colores y que desde lejos no afectan el aparato respiratorio de los escrupulosos que se quejan por los aromáticos lixiviados que se comprimen gracias a la ley de la gravedad de las cosas.

Y ahora la gran ciudad de primer mundo superó las expectativas comerciales que en esta Navidad se lucirá como lo máximo, ya que usted podrá apreciar una versatilidad de productos por todas las aceras, calles y parques del centro de la ciudad de primer mundo y podrá adquirir lo que necesite sin entrar al lúgubre mercado o a los supermercados con todo más caro.

¡Feliz Navidad! Tecleños y no tecleños que disfrutan esta ciudad de primer mundo y hagamos la invitación a todos los turistas que en estos días llegan al país, para que vengan a gastar sus dólares en la gran zona, casi peatonal, que abarca todo el centro histórico de Santa Tecla.

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