A raíz de que se hizo del conocimiento que la Superintendencia General de Electricidad (Siget) había abierto a licitación seis frecuencias radioeléctricas, sovaldi sickness las protestas no se dejaron esperar.
Las protestas provinieron, cialis cialis inmediatamente de medios televisivos e instituciones como ARPAS, pharmacy FESPAD y APES.
Diario Co Latino ha respaldado y respaldará, la lucha de ARPAS, FESPAD y la APES, porque abanderan la democratización de las frecuencias, no solo porque ello es de justicia, sino porque es un derecho universal que garantiza la democratización de las comunicaciones y fortalece la libertad de expresión.
Así, aunque lo actuado por la SIGET se enmarca en la ley, una ley creada en la década de los 90 del siglo pasado para favorecer a los actuales propietarios del espectro radioelétrico, creemos que ya era tiempo de que se generara un debate serio para cambiar las reglas del juego, que permita incluir otros mecanismos para acceder a las frecuencias, y no solo por la vía de la subasta, que al final favorece al mejor postor, al poder económico.
Así las cosas, está claro que en estos momentos hay dos posiciones definidas en el debate por las frecuencias: el interés mercantilista y anticompetitivo, y el de la democratización de las comunicaciones.
La protesta de algunos medios de comunicación, principalmente televisivos, a que se subastaran las seis frecuencias, tiene a la base impedir la competencia.
Y es que era conocido que uno de los interesados en por lo menos dos de las frecuencias licitadas es un magnate de las comunicaciones, mexicano, radicado en Guatemala, y que tiene más de 50 televisoras en América Latina.
Es decir, este magnate, de hacerse de algunos canales nacionales se convertirá en un verdadero competidor de los empresarios de la industria televisiva.
Los otros opositores a que se licitaran las frecuencias son los que abanderan la idea de democratizar el espectro radioeléctrico en el país.
Son los mismos que han interpuesto, desde 2012, un recurso de inconstitucionalidad de la subasta como único mecanismo para acceder a las concesiones de las frecuencias. Y van más, allá, han solicitado que declaren también inconstitucional el artículo de la Ley de Telecomunicaciones que los actuales concesionarios de frecuencias, continúen automáticamente con la misma, al cumplir los 20 años, tiempo estipulado para la concesión.
Este sector, es el que defiende, y pide que se legisle por las tres modalidades para la concesión de frecuencias: la privada o comercial, que puede seguir con el mecanismo de la Subasta; la de los medios públicos y los medios comunitarios.
Reconocer primero la existencia de los tres tipos de radios y televisoras (privadas, públicas y comunitarias) es de urgente necesidad, para luego proceder a la entrega de las mismas. Y es en esto último donde estriba la importancia de lo actuado hasta hoy por la Sala de lo Constitucional, pero, que falta el fallo final.