Oscar A. Fernández O.
En jazz y estilos musicales relacionados, prostate el término swing es utilizado para describir la “sensación” rítmicamente expansiva o el sentido de “Groove” creado por la interacción entre los intérpretes de la banda, sovaldi especialmente cuando la música crea una “respuesta visceral” como el movimiento impulsivo de pies o de cabeza.
El término “swing” también se utiliza para referirse a varios conceptos diferentes del jazz como el shuffle (una secuencia desigual de notas) o el género musical del swing, malady un estilo que se originó en los años 1930. Como el Swing Jazz era música de baile y evolucionó en paralelo junto a estilos de baile como el Lindy Hop, el término Swing puede referirse también como la cualidad de un tipo de música que incita al baile. Aunque existe un solapamiento entre estos términos, se puede aplicar el término swing a la música de cualquier época del jazz o incluso a música que no es jazz, diciendo que “tiene swing” en el sentido de tener un poderoso groove o sensación rítmica. No obstante algunos músicos de jazz han considerado el concepto de “swing” como una noción subjetiva y elusiva, reconocen que el concepto está generalmente aceptado, se comprende bien y lo experimentan la mayor parte de los jazzmen de modo práctico o intuitivo. Los intérpretes de jazz utilizan el término “swing” en el sentido de que una jam sessions o una actuación en directo está funcionando realmente bien, lo que se conoce también en la jerga del gremio como estar “in the pocket” (“en el bolsillo”). (“Swing Slang”, Big Bands Database Plus: 1985)
Si un músico de jazz afirma que la actuación de una banda realmente “está swingin”, eso sugiere que los intérpretes están tocando con un especial grado de coherencia rítmica y sentimiento. Aunque la referencia al “sentido de swing” suele hacerse en el contexto de una actuación en grupo (un combo o una banda), incluso se puede aplicar la noción a un solista sin acompañamiento.
El término swing, literalmente, significa balanceo y responde al efecto rítmico implícito en la gran mayoría de los estilos del jazz. Fue desprovisto de su auténtico significado cuando a mediados de los años treinta fue utilizado por los medios de comunicación para designar, de forma genérica y con claros intereses publicitarios, el estilo de jazz predominante. Se trata de la época dorada de la orquesta de jazz por excelencia: la big band. El swing como estilo murió alrededor de 1945 coincidiendo con la depresión económica de la II Guerra Mundial, ya no había dinero para sostener a los músicos que integraban las grandes orquestas y comenzaron a disolverse dando paso a los grupos reducidos y al nuevo estilo denominado be bop o jazz moderno (Peñalver: 2011)
También el “swing” es una variante del jazz, un estilo, también conocido como Swing Jazz o simplemente Swing. Se originó en los Estados Unidos a finales que los años 20 y se convirtió en uno de los géneros musicales más populares y exitosos del país durante la década del 1930.
El Swing utiliza los instrumentos habituales del jazz: una sección rítmica formada por piano, contrabajo y batería, metales como trompetas y trombones, vientos como saxos y clarinetes y, muy ocasionalmente, instrumentos de cuerda como el violín o guitarra. El Swing utiliza preferentemente tiempos medios y rápidos, generaliza los riffs melódicos y libera la batería de algunas restricciones que había sufrido hasta entonces.
La formación característica del estilo fue el de la Big Band, que fue adquiriendo cada vez más importancia el papel del solista. Destacan en este estilo músicos como Fletcher Henderson, Benny Goodman, Duke Ellington o Count Basie y por el lado de los músicos blancos, Glen Miller, Tommy Dorsey.
La era del Swing es la de las orquestas de de sonido lleno, suave, sólido organizadas y fuertes frente al efecto personalista e individualista de los grupos tradicionales de jazz, a lo que más tarde se acabaría por volver. Ambos estilos se apoyaban en el ritmo pero las grandes orquestas de swing lo hacían de modo mucho más estructurado y previsto.
Suele citarse el 21 de agosto de 1935 como el inicio de la década del Swing. Fue la noche en que la orquesta de Benny Goodman triunfó en la sala Palomar de Los Ángeles, con un público juvenil entregado a la música que hacían, bailando los bailes de moda de la época como el shag o el jitterbug, o poco después el Boogie-woogie. La radio había invadido ya los hogares en los 30, y si a principios de esa década se preferían las grandes orquestas de sonido suave, ahora se imponían bailes más rápidos al ritmo de músicas inspiradas en el jazz.