Gloria Silvia Orellana
@GloriaCoLatino
Carlos Flores -miembro de ECOS El Salvador- afirmó que el concepto de “Una sola Salud”, creado en la década de los años noventa ha sido reintroducida por la Organización Mundial para la Salud (OMS) desde el año 2000, con el fin de afincar la idea que la “salud humana y la sanidad animal son interdependientes y están intrínsecamente vinculadas con la vitalidad de los ecosistemas”.
En el marco de la conmemoración del “Día Mundial de la Salud”, el 7 de abril, ECOS El Salvador hizo un llamado al presidente Nayib Bukele a que adopte el enfoque multisectorial que promueve la OMS, de “Una Sola Salud”, ante la amenaza latente y los graves efectos que ha generado la pandemia del COVID-19, y otras epidemias locales como el dengue, la Enfermedad Renal Crónica (ERC), la Insuficiencia Renal Crónica (IRC) y los diferentes tipos de cáncer.
Flores explicó que el abordaje de la Salud Pública debe dejar de ser “sanitaria”, que solo atiende los efectos de las enfermedades que solo genera hospitales y equipamiento, pero no invierten en la prevención de los factores que influyen a estas enfermedades.
“Una Sola Salud, se trata de eso, generar ecosistemas fuertes, generar salud en las plantas y animales, para, de esta manera, crear condiciones para que la población tenga salud, este es la perspectiva de la OMS. Porque no podemos decir que tendremos una sociedad sana cuando tenemos ecosistemas enfermos; no tendremos una sociedad sana si tenemos ríos contaminados o muertos, esto se trata de un abordaje integral de la salud de las personas”, sostuvo Flores.
El concepto de Una Sola Salud, agregó Flores, indica el establecimiento de una “coordinación estrecha entre diversas instancias gubernamentales”, que no solo estén vinculadas a la salud humana, sino también, a la preservación y mejora de condiciones del medio ambiente, a través de programas, políticas, leyes e investigaciones integrales sobre el tema de elevar la calidad de la Salud Pública, en el país.
“Este enfoque no es de reciente análisis o por la pandemia del COVID-19, esto es de larga data y ha tomado fuerza en los primeros años de este siglo, cuando la OMS y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) revisan el surgimiento y origen de las enfermedades globales que llamamos -pandemias- encontrando que un 60 % de nuevas enfermedades tienen su origen en procesos de zoonosis, que es el salto de virus que habitan o se hospedan en animales se trasladan a los seres humanos por diversos motivos de cercanía que se van generando al destruir ecosistemas, pasan a las poblaciones humanas”, indicó.
Asimismo, citó el informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) que ha publicado que existe un vínculo entre la deforestación tropical y la aparición de virus de origen animal. Que han constatado que en “reservorios de fauna silvestre” la degradación ambiental e invasión de espacios naturales, el contacto humano con estos animales que cargan con sus propios virus y patógenos, se convierten en el “primer eslabón de la cadena que explican las pandemias”, según información de la AEMA.
“Este documento alerta sobre como el deterioro del medio ambiente está dañando la salud humana, señala además que desde esa óptica, el COVID-19 ha sido solo un ejemplo, un primer aviso de los impactos de la invasión de la sociedad humana en los ecosistemas. Las nuevas enfermedades tienen como base la invasión de la sociedad humana en las sociedades naturales ya sea, animales o vegetales, la destrucción de esos ecosistemas y frente a esta situación se plantea el concepto de Una Sola Salud”, manifestó.
En cuanto a las determinantes del comercio de animales y la crianza intensiva de animales como gallinas, reses, cerdos o pollos, AEMA ha considerado que en la medida que se concentra mayor cantidad de una misma especie, en esa medida la concentración de virus aumenta y la posibilidad que estos virus salten a la sociedad humana incrementa igual.
“El Informe de la AEMA ha dicho que, ya no es nuevo decir que el Coronavirus es una enfermedad zoonótica y que es una enfermedad de los murciélagos, que pudo tener como intermediario a un Pangolín y de allí, al ser humano. Para AEMA, lo nuevo es que, esta no será la única enfermedad pandémica y zoonotica, sino cambiamos las relaciones que estamos teniendo como sociedad con la naturaleza en este momento”, reiteró.
En cuanto a El Salvador, Flores señaló que entre las enfermedades que pueden generarse por la destrucción o cambio de uso de suelos para agroindustria se encuentra la Enfermedad Renal Crónica (ERC) y la Insuficiencia Renal Crónica (ICR), y el cáncer por el uso excesivo de pesticidas y otros agrotóxicos.
“Ese problema para El Salvador es sumamente serio y solo la Enfermedad Renal Crónica tiene un índice de mortalidad que va de los 19.2 personas a los 61.9 personas por cada 100,000 habitantes. Cuando el promedio global, ronda cerca de 10 personas por 1000 habitantes, es decir, estamos en un nivel de impacto de la Enfermedad Renal Crónica sumamente serio. Y solo entre el año 2015-2016, el índice de prevalencia del contagio de la ERC registró entre 15,000 a 16,000 nuevos casos. Estamos frente a una epidemia que no solo amenaza la salud, sino también de colapsar sistemas públicos de salud, porque la atención de estos casos es sumamente costosos y así también, los casos de cáncer de cualquier índole”, reiteró.
Ante esta situación, Alejandro Henríquez, de ECOS, propuso al presidente Nayib Bukele la creación de una Comisión Interinstitucional de alto nivel que diseñe e implemente las estrategias basadas en el “Enfoque Multidisciplinario de Una Sola Salud”, y que la Asamblea Legislativa, retome en su agenda de trabajo la prohibición de los agrotóxicos en el país.
“Lo que proponemos esta Mesa Técnica, en donde estén diversos sectores del Estado, la población y las organizaciones que se dedican a la defensa de los derechos a la salud, ambientales y sociales. Y acciones que deben tomarse como la descontaminación de ríos, mejorar la cantidad y calidad de agua y especialmente de personas que están excluidas. Sabemos que ronda un millón de personas si acceso al agua y dejar de aprobar permisos ambientales y concesiones para sobre explotar bienes naturales y despojar a la gente, primero porque le quitan el agua al río y se lo contaminan”, puntualizó Henríquez.