• UNICEF exhorta a que se ponga en marcha un programa de seis puntos para garantizar la seguridad y la protección de niñas y niños refugiados y migrantes.
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NUEVA YORK/GINEBRA, 28 de febrero de 2017 – Niños, niñas y mujeres refugiadas y migrantes son víctimas constantes de violencia sexual, abuso, explotación y detención a lo largo de la ruta migrante en el Mediterráneo central, que recorre desde el norte de África hasta Italia, según advierte UNICEF en un nuevo informe.
“Una travesía mortal para los niños: La ruta de la migración del Mediterráneo central” ofrece una mirada a profundidad sobre los riesgos extremos que enfrentan las niñas y los niños refugiados y migrantes cuando realizan el peligroso trayecto que les lleva desde África Subsahariana, hasta Libia y luego a Italia por mar. Tres cuartas partes de los niños refugiados y migrantes entrevistados en una encuesta dijeron que habían sufrido casos de violencia, hostigamiento o agresión a manos de adultos en algún momento del trayecto, y casi la mitad de las mujeres, las niñas y los niños entrevistados denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual durante la migración, a menudo múltiples veces y en múltiples lugares. El año pasado, al menos 4,579 personas murieron intentando cruzar el Mediterráneo desde Libia; 1 de cada 40 de quienes lo intentaron. Se calcula que al menos 700 de los que perdieron la vida eran niños.
“El Mediterráneo central desde el Norte de África hasta Europa es una de las rutas migratorias más mortíferas y peligrosas del mundo para las niñas, los niños y las mujeres”, dijo Afshan Khan, Directora Regional de UNICEF y Coordinadora Especial para la Crisis de los Refugiados y Migrantes en Europa. “La ruta está controlada principalmente por traficantes y otras personas que intentan atrapar a niñas, niños y mujeres desesperados, que simplemente buscan refugio o una vida mejor. Necesitamos proteger a los niños migrantes estableciendo pasajes seguros y legales que garanticen su seguridad y que mantengan a raya a los contrabandistas”. Los datos recientes de una encuesta sobre mujeres, niñas y niños migrantes realizada en Libia a finales del 2016, revela el terrible nivel de abuso que se produce a lo largo de la ruta migratoria. En el momento de la encuesta había 256,000 migrantes registrados en Libia, 30,803 mujeres y 23,102 niños y niñas, de los cuales, una tercera parte no estaban acompañados. Se cree que las cifras reales, sin embargo, son al menos tres veces mayores.
La mayoría de los niños, niñas y mujeres indicaron que habían tenido que pagar dinero a los contrabandistas al comienzo de su viaje; por ello, muchos tenían deudas que debían “saldar a medida que avanzaban” y eran vulnerables al abuso, al secuestro y a la trata. Las mujeres, las niñas y los niños también informaron que en los centros de detención libios -administrados tanto por el Gobierno como por las milicias armadas- vivían hacinados en condiciones muy duras, sin alimentos nutritivos, ni refugio adecuado.
“No se debe obligar a las niñas y a los niños a poner sus vidas en manos de contrabandistas simplemente porque no hay alternativas”, dijo Khan. “Tenemos que abordar a escala mundial las cuestiones que ocasionan la migración y poner en marcha medidas más sólidas para proteger a la niñez, por medio de un sistema de pasaje seguro y legal para los niños en movimiento, ya sean refugiados o migrantes”.
UNICEF ha elaborado el siguiente programa de acción de seis puntos para niñas y niños desarraigados:
1. Proteger contra la explotación y la violencia a las niñas y a los niños refugiados y migrantes, en particular a los no acompañados.
2. Poner fin a la detención de niños y niñas que solicitan la condición de refugiados o que migran, incorporando una gama de alternativas prácticas.
3. Mantener unidas a las familias como la mejor manera de proteger a la niñez y dotarles de un estatuto legal.
4. Ofrecer aprendizaje a todos los refugiados y migrantes, y darles acceso a servicios de salud de calidad (entre otros servicios).
5. Impulsar medidas que aborden las causas subyacentes de los movimientos a gran escala de refugiados y migrantes.
6. Promover medidas para luchar contra la xenofobia, la discriminación y la marginación en los países de tránsito y destino.
UNICEF llama a los gobiernos y a la Unión Europea a que aprueben y apoyen este programa de acción. Desde el inicio de su intervención, a finales del 2015, UNICEF ha respondido a las necesidades de los niños y las niñas que se encuentran en tránsito, atrapados o en busca de asilo en Europa. Esto incluye proporcionar a 182,500 niñas y niños refugiados y migrantes una amplia gama de servicios. La organización dedicada a la infancia también está ampliando su programa para el mediterráneo en Grecia e Italia apoyando los esfuerzos de los gobiernos para mejorar los procesos de reunificación y los servicios de protección para la niñez. A pesar de los desafíos operativos en Libia, UNICEF continúa los esfuerzos para atender las necesidades humanitarias y de protección de la niñez en condiciones más vulnerables en el país en conjunto con sus socios operativos, incluidos los niños refugiados y migrantes, y trabaja estrechamente con los municipios con los cuales firmó un acuerdo de cooperación en abril de 2015.