Por Rouba El Husseini/Karam al-Masri
Beirut/Alepo/AFP
Una tregua negociada por Washington y Moscú debe permitir desde el lunes por la tarde el cese de los combates en parte de Siria, pero a pocas horas de su entrada en vigor la oposición no había dado aún su acuerdo.
El presidente sirio, Bashar al Asad, también redujo la esperanza de un rápido cese de los combates al declarar el lunes que quería «recuperar» todo el territorio que todavía no controla el gobierno.
El alto el fuego debería intentar una vez más poner fin al derramamiento de sangre que provoca desde 2011 la guerra en Siria, además de permitir aportar ayuda humanitaria a cientos de miles de civiles, muchos de ellos víctimas de bombardeos este mismo fin de semana.
El acuerdo estipula que habrá primero un alto el fuego de 48 horas a partir de este lunes a las 19H00 locales (16H00 GMT) en las regiones que no están en manos de yihadistas, como el grupo Estado Islámico (EI).
Aboga por una ayuda humanitaria sin límites a las zonas asediadas, como Alepo, principal frente del conflicto.
Si el alto el fuego aguanta una semana, Rusia y Estados Unidos iniciarán –de forma inédita– ataques conjuntos contra los yihadistas del EI, y del Frente Fateh Al Sham, exFrente al Nosra, rama siria Al Qaida.
Tras varias infructuosas tentativas, en especial en febrero pasado, persisten muchas incertidumbres sobre la posibilidad de poner fin a una guerra que ha causado más de 290.000 muertos, y expulsado de sus hogares a millones de sirios.
Así, la oposición siria es escéptica sobre la voluntad de Asad de respetar el acuerdo, y pidió este lunes «garantías» sobre la aplicación de la tregua.
‘Garantías’
«Queremos saber cuáles son las garantías (…) Esperamos que haya garantías y pedimos garantías especialmente de Estados Unidos, que es parte implicada en el acuerdo» de tregua, afirmó a la AFP Salem al Muslet, portavoz del Alto Comité de Negociaciones (ACN) de la oposición siria.
«¿Cuál es la definición elegida para «terrorismo» y cuál será la respuesta en caso de violación?», se preguntó.
El gobierno de Damasco, apoyado por Rusia, califica de «terrorista» a todos los grupos que se han levantado en armas contra él, que sean moderados, islamistas o yihadistas.
Otro interrogante es cómo se aplicará el alto el fuego en regiones donde está presente Fateh al Sham. Este grupo combate al gobierno junto a otras fuerzas rebeldes, moderadas o islamistas, como el poderoso Ahrar al Sham.
El jefe adjunto de esta organización, Ali al Omar, cree que el acuerdo «solamente servirá para reforzar al gobierno y a asediar militarmente a la revolución».
Ahrar al Sham es el más poderoso grupo salafista, sobre todo presente en las provincias septentrionales de Alepo e Idleb. Combate junto a Fateh al Sham en el seno del Ejército de la Conquista.
‘Toda Siria’
Horas antes de la entrada en vigor de la tregua, Bashar al Asad afirmó este lunes querer «recuperar» todo el territorio que escapa al control del gobierno.
«El Estado sirio está determinado a recuperar todas las regiones en manos de los terroristas y a restablecer la seguridad», declaró Asad a los medios oficiales durante una visita al exbastión rebelde de Daraya, cerca de Damasco.
«Las fuerzas armadas van a continuar su trabajo sin vacilación (…) e independientemente de los factores externos e internos», agregó Asad.
«Hay quienes se hacen ilusiones y hace cinco años que no se han liberado de esas ilusiones», afirmó el presidente sirio refiriéndose a la oposición, según las declaraciones divulgadas por la agencia oficial Sana.
«Algunos apostaban por promesas del extranjero», dijo en alusión a los padrinos de la oposición como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Arabia Saudí o Turquía. Esas promesas «no se concretarán», aseguró.
El gobierno de Damasco aprobó sin embargo el acuerdo de tregua rusoestadounidense, según la agencia Sana, que cita –lo que es muy raro– «fuentes informadas».