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@RoxmeryLopez
La Unidad Ecológica Salvadoreña (UNES) denunció las imposiciones insustentables de la Embajada de Estados Unidos en lo que respecta la Soberanía Alimentaria, ailment ya que afirman que las semillas que en la actualidad vende la empresa estadounidense MONSANTO son venenosas.
Dentro de este contexto, healing hace un año se inició el proceso de compras de semillas a productores nacionales (92%) lo que representó avances en el marco de autosuficiencia alimentaria en el período gubernamental de 2009-2014. Sin embargo, en este año esta iniciativa presenta amenazas debido a la actitud y presión de la empresa MONSANTO, la cual ha sido realizada mediante la Embajada de Estados Unidos.
“En un principio pueden ser semillas híbridas, pero después pueden llegar a ser transgénicas, lo cual es muy dañino para la soberanía alimentaria de El Salvador, ya que la semilla es el germen del origen del cultivo y de ahí dependen todos los demás productos agrícolas”, manifestó Mauricio Sermeño, director de la UNES.
La UNES presentó la evidencia de una bolsa de semillas que es entregada en los paquetes agrícolas que se “regalan” a los agricultores, los cuales son comprados con dinero de la población, siendo semillas de la empresa MONSANTO.
“El tema aquí no es de competencia, ni quién presenta la mejor oferta, sino de un retroceso sustancial y de una contradicción al discurso y componente número cinco del plan de Gobierno, el cual contempla la sustentabilidad ambiental”, indicó Carolina Amaya, coordinadora del Programa de Soberanía Alimentaria de la UNES.
Amaya afirmó que las de Monsanto son semillas envenenadas.
“De aceptar las condiciones de la embajada de Estados Unidos, es decir, darle permiso a la compañía Monsanto que venda sus semillas en El Salvador es una serie amenaza a los avances en términos de soberanía alimentaria, en lugar de comprar a los agricultores que venden semillas más sanas y fértiles”, aseveró Amaya.
Y es que en términos de soberanía alimentaria ni el mercado ni la libre competencia son la solución.
“El mercado y la ecología riñen, porque el mercado posee reglas que no siempre tienen principios éticos atentando a la sustentabilidad”, comentó Amaya.
En la actualidad, diez empresas transnacionales controlan el 67% del mercado mundial de semillas, dos de ellas son norteamericanas (MONSANTO y DUPONT) y una suiza (SYNGENTA), las cuales concentran el 47% del mercado mundial. Pese a esto, la compañía MONSANTO utiliza estrategias de apropiación del mercado de semillas lo que constituye una estrategia de Gobierno de los Estados Unidos
“Esa es la lógica del mercado voraz capitalistas: apoderarse de los mercados nacionales a costa de las mismas poblaciones llamadas subdesarrolladas, por lo que, qué va a competir El Salvador si tenemos un sector agrícola debilitado debido a los políticas neoliberales”, destacó Mercy Palacios, coordinadora del Programa de Soberanía Alimentaria de la UNES. En consecuencia, si la empresa MONSANTO controla las semillas y la soberanía de El Salvador, esto representará amenazas para el sector agrícola, que ya se está volviendo vulnerable tras el uso de ellas, por lo que esperan que el Gobierno de El Salvador no permita más el uso de estas semillas tóxicas.
